29 de enero de 2010

LA CORDADA PERFECTA (FILOSOFANDO...)

En el post anterior, de la etiqueta Filosofando… ya lanzaba alguna indirecta sobre el delicado tema de la elección del compañero de cordada.
Y digo elección por que es algo que ambas partes deben estar de acuerdo y asumir el riesgo que lleva aceptar que alguien se ate al otro lado del cabo del miedo para asegurar tu vida.
Esta elección es libre y jamás debe ser tomada a la ligera, aunque en muchos casos asumimos el riesgo aun a sabiendas de que la otra parte no sabrá posiblemente salir de un accidente en la pared por no tener recursos.



En el anterior post también hablaba sobre cuando te cambiaba el chip ante un canje de compañero de cuerda en el que sabías más experimentado (grado, conocedor de la vía, descenso, ser físicamente más apto para ella, etc) que tú y delegabas el esfuerzo y la fuerza de la cordada en el otro. Esto, evidentemente, en caso de que el otro no pueda por alguna razón (golpe de calor, lesión, perdida de material como un gato, etc), conseguirá que tú vuelvas a ser el dominante en un instante y la mente de ambos cambie los papeles sin ni siquiera plantearlo de viva voz. Por lo tanto, no es que seamos dominantes o sumisos siempre, sino que las circunstancias nos dan ese poder o no poder.

Por experiencia propia, creo que puedo asegurar que es algo instintivo y que seguramente tenga mucho que ver con el sentido de supervivencia.



Un ejemplo: Estando en una situación en la que sabemos no hay marcha atrás y que somos el fuerte de la cordada, lo daremos todo porque no hay otra opción. Por el contrario, cuando hay una opción como la de que el compañero, en ese caso el fuerte de la cordada, lo haga, será algo que valoremos y en muchas ocasiones, si nuestro coco no está bien, seguramente deleguemos. No obstante, si tras la prueba, el compañero no puede, volveremos a coger las riendas ya que la opción del compañero ha desaparecido.



Como he leído recientemente en Quién vive, quien muere y porqué, el experto, suele ser, en muchas ocasiones, alguien que ha caído en muchos errores y ha conseguido salir de ellos por sus propios medios, aprendiendo de estos. Eso no quiere decir que en el siguiente problema se salve, pero está claro que tendrá menos papeletas porque lleva guardado algo muy importante en pared. Experiencia.



En una vía de terreno de aventura, mucho más que el grado que pueda llegar a realizar en libre el escalador, es más importante los recursos que tenga en su haber. Es decir, saber salir de ciertas situaciones en las que alguien inexperto se vería bloqueado por no saber qué hacer.

Como ya habréis percibido, estoy hablando sólo de las vías en pared, ya que se supone más peligrosa por la complicación que requiere una retirada y sobre todo la altura a la que te encuentras del suelo.

No obstante, en la deportiva o en el bloque, también es muy importante el asegurador y tristemente se enseña mucho a escalar y poco a asegurar, en cualquiera de las modadildades, viendo cada día cosas a pie de vía que a veces es mejor no mirar.



Veamos ahora las diferentes combinaciones de cordadas que podemos encontrarnos en las paredes españolas y siempre generalizando.



La tipica: Dos amigos/as, uno/a que cree saber y otro/a que piensa que su colega es la caña.
La clásica: Dos amigos/as que han empezado juntos/as en esto o con poca diferencia y poco a poco van aprendiendo y comprándose material a pachas, que en un futuro tendrán que repartir al separarse por diferentes motivos.
La esporádica: Normalmente con ya una edad, suelen reunirse para escalar las vías de siempre muy de vez en cuando.
La promiscua: Es la que escala cambiando de compañero habitualmente.
La pareja A: Chico escalador desde hace años que lleva a chica inexperta, intentando que esté a su nivel.
La pareja B: Chico y chica escaladores, de grado y expe similar, muy fanáticos, que cuando tienen hijos no para de hacerlo. Me refiero a escalar ;)
La pareja C: Chica escaladora con mucho grado con chico escalador que no termina de despuntar y que la chica le da 10mil vueltas.
La pareja D: Chico/a que su pareja no escala y que al principio le acompañaba y ahora ya le deja que se vaya solo/a cumpliendo con las tasas semanales para recibir el crédito de un finde cada dos.

Tras esta diferenciación, vayamos a una profundización en un ámbito más concreto, no sólo por su experiencia sino por sus cualidades.



De sobra es sabido que a cada uno/a por su condición física, altura, envergadura, peso, etc y por su condición mental, es mejor en cierto tipo de escalada o de situaciones en esta.

FÍSICO
Alto y bajo, una de las excusas más usadas. Sí, pero puntualicemos.
Lo que no cabe duda es que un escalador alto (sin llegar a ser gigante) y delgado a la par que fuerte, tiene gran ventaja sobre otro que sea bajito y grueso.
Con ello no pretendo disculpar que al pequeño esté excusado de esforzarse, pero en la escalada, cuanto menos esfuerzo te requiera, más sencillo te será sacar un paso y salvo en bloqueos con las presas muy juntas de pies y manos, sobre todo en Bloque, la ventaja es mayor. Pero como digo, no es excusa válida. Sencillamente tendrá que buscar otro modo de realizar el paso.




Otro detalle a tener en cuenta son las manos. Sobre todo cuando la cosa va de fisuras.
La graduación de esta es realmente compleja precisamente por ese motivo aunque en ciertos tamaños como ocurre con los temidos y sufridos Off Width, la cosa suele igualarse.



Como dato adicional decir que las fisuras suelen venir determinadas por el ancho de esta llamándolas de dedos, manos o puños, en sentido creciente.

Por lo que sea (entrenamiento, facilidad para coger más masa muscular, tendones de acero, etc) hay escaladores que se les da mejor los desplomes/continuidad, a otros los pasos de bloque, otros las placas técnicas, a otros los dynos y a otros las fisuras.

MENTAL
Ya lo decía creo que Güllich: La escalada es 90% coco 10% fuerza. Y es que un escalador con la suficiente confianza en si mismo podrá llegar a cotas que otros por estar bloqueados mentalmente no pueden a pesar de estra dotados fisicamente para ello. Por eso hay dos tipos en este caso. El que arriesga a meterse en marrones en los que sabe que no puede fallar a pesar de tener un grado justo y el que tiene un grado alto y su mente está bloqueada.



Tras estas variables técnicas, hay una que es fundamental al llevar a cabo cualquier escalada y es la compenetración de la cordada.



Los mismos sueños, los mismos intereses y el estar a gusto con el otro conseguirán que esa cordada sea más “perfecta” que cualquier diferencia física o mental. Ya que puede entre ambos puedes haber una buena combinación para escalar técnicamente una vía, pero si no hay chispa, si no ha química. No funcionará y es una cordada abocada al fracaso.
En el anterior post hablaba sobre ello y una amiga lo definía sábiamente como humildad por parte de ambos.



Imagino que si se juntaran todas estas cualidades técnicas y mentales en una cordada, podríamos decier que es una cordada perfecta.

¿Conocéis a alguna?

25 de enero de 2010

LA FUERZA DE LA CORDADA (FILOSOFANDO...)

Cualquiera que haya escalado Clásica con gente de diferentes niveles, habrá notado lo que voy a intentar explicar.

Es un cambio que asumimos sin pensarlo, sin casi darnos cuenta. Sencillamente pasa y el resultado es un cambio de perspectiva, de fuerza mental que se transforma en una mayor o menor confianza en nosotros mismos.

Os pongo en situación, siempre llevando todo al extremo para que el ambiente sea más claro y concreto, pero que no tiene por qué asemejarse con la realidad.

SITUACIÓN
Imaginad que llega un finde en el que entre las propuestas, hay una que supera o está muy cerca de tu grado confirmado, en una pared que nunca has estado, pero en la que irías con alguien que sabes supera ese grado de sobra y conoce el descenso bien.
Por otro lado hay otra actividad propuesta en la que el grado es casi el mismo, en una pared que conoces y sabes de su descenso. En este caso la compañía es alguien que tiene poca experiencia en Clásica, su grado es inferior, pero te fías de esta persona por saber que es responsable y que te podrá ayudar en caso de necesidad.


OPCIONES
Hagamos como en esos libros interactivos que salieron a principios de los 80, de la editorial Timunmas, donde al final de cada hoja debías tomar una decisión donde llevarías al personaje a una situación u a otra.


1. Eliges irte a la pared desconocida con tu colega más fuerte y conocedor de la bajada.
2. Eliges irte a la pared conocida con tu colega más inexperto que tú.

Opción 1
Tu mente se relaja de manera exagerada y dejas que tu colega encabece los largos duros sin dudarlo y descargas en él toda la responsabilidad de la fueraza de la cordada.
No es algo que hagas de manera premeditada. Sencillamente ocurre. Asumes tu papel de sumiso y acatas las decisiones siempre y cuando la cosa sea excesivamente irracional para tu propia seguridad.


En la travesía de la Ruta 66 en la Bola de San antonio 6b/A1

Por alguna extraña razón no escalas bien. Y a pesar de estar en tu grado máximo, te ves acerando en pasos que nos son difíciles, pero es como si no vieras la necesidad de esforzarte. Como sí tu mente estuviera relajada y delegara en lo que no es esencial.

Opción 2
Ni preguntas a tu compañero al llegar a pie de vía, sabes que los largos chungos son los impares y comienzas tú sin plantear discusión alguna.


En los expuestos largos finales de la Guirles-Campos al Yelmo (6b/A0, Vº obl)

Te esfuerzas por proteger la travesía a muerte para que tu compi vaya a gusto en ella. Arriesgas hasta rayar el límite de los razonable incluso te llega a decir que no se encuentra bien para darse uno de los largos y no dudas en darle tú, regalándole un sonrisa y “un no te preocupes, yo encantado”, sacando fuerzas de no se sabe donde para darte ya tres largos seguidos, mantenidos y con unos alejes de espanto y sin una queja.


Supongo que las razones por las que asumimos un papel u otro frente a una situación, debe estar ligado más a unos instintos primarios en lo que se acepta la sumisión como medio de supervivencia al igual que se representa la dominación cuando no hay más alfas.

Pero aun hay otra opción. La opción nº 3, donde la cordada no funciona, y no funciona porque o bien no hay alguien sumiso o no hay un dominador en la cordada.
Estas las separaré en A y B.

Opción 3 - A
Una cordada donde hay dos alfas jamás funcionará ya que cada uno querrá imponer su criterio y posiblemente a la hora de bajar, si existen dos modos cada uno tomará el suyo, por simple cabezonería de alfa.
Eso si no pasa nada grave en la pared claro.

Opción 3 –B
En caso de que sea una cordada de sumisos, esta se verá abocada al fracaso en cuanto la pared presente un problema del que haya que tomar una decisión peliaguda y terminarán por bajarse de la pared, si consiguen tomar la decisión claro.

20 de enero de 2010

ICE NICE (MALICIOSA ALTA, VÍA TOÑI III/3+)

No se ponían de acuerdo ninguna de las web de meteo ni televisiones que suelo visitar, aunque Meteored seguía en sus trece de dar el sábado en la mañana como momento en que no llovería.
También, de los dos días, era el que tempes más bajas daban. 3ºC de mínima.
Lo malo es que no eran suficientes para mis intenciones, aun así me animé a probar suerte y propuse la idea de llegar hasta la Maliciosa Alta y ver en vivo si estaba formada la cascada de la vía Toñi a Antonio y Manuel.

Esta vía en verano es una sencilla escalada de IV+ de autoprotección, pero en contados inviernos, se forma su gran cascada que puede llegar a los 90º e incluso, si alguien se atreve a darle de frente, llegar a tener un techito como veréis más adelante en las fotos.

Sábado 17ENE10
De todos los colegas que le dan a esto de la nieve tan solo Antonio y Manuel se animan a probar suerte, aunque lo de la Toñi es algo que solo nos planteamos como opción si está formado, sino pues a realizar algún corredor más sencillo y listo.



No obstante Manuel, comenta que sólo ha traído un piolo y veo que los de Antonio no son para hielo vertical. Tampoco llevamos tornillos por lo que se puede ver las esperanzas que teníamos de encontrar la vía en condiciones y más con la subida de tempes de días anteriores y la falta de nieve que se veía en la zona desde la Barranca.



Son las 09:00 cuando comenzamos el camino por la presa del embalse.

El pateo lo recordaba más duro pero me resulta cómodo y poco cansado, quizás por que la otra vez nos acompaña el calor y ahora hay un tempe perfecta para caminar.



Por el camino nos paramos a ver alguna que otra cascada que aun no está formada y que podría ser muy interesante y larga.



Estamos teniendo suerte con la meteo ya que está nublado, no hay viento y la tempe se mantiene.



Una vez pasado el dedo…



Y cruzado el pie del Peñotillo…



Llegamos al empinado acceso que da a la cara Sur de la Maliciosa Alta, donde el viento racheado nos menea por terreno inestable que me hace ir más lento para no caer.



Bordeando la Maliciosa y poco después de pasar el gendarme característico nos encontramos de lleno con la primera pala de nieve de la vía Toñi como indicaban los croquis que habíamos sacado de la Internet.



Manuel y Antonio ya están allí junto con otro escalador que por lo visto han subido por Mataelpino y que noto me mira como si me reconociese.



Es algo a lo que ya he terminado por acostumbrarme, al reconocerme por el blog y no le doy mayor importancia.

- Vais a darle a la Toñi – Le pregunto por respetar turnos de llegada.
- No lo sé – me responde encogiéndose de hombros – Depende de mi compañero que viene un poco fundido.

Al parecer hay en estos momentos una cordada metida en la parte de arriba en el tramo de la cascada pura y dura, peleándose con ella y de vez en cuando caen trozos de hielo.

Más tarde, el domingo, me enteraba de que esta persona era Mikie. Un amigo de Yago que me presentaron en Peña Pintada y que anduve asegurando a sus hijos el año pasado, pero con tanta ropa no nos reconocimos.



Mientras estamos preparándonos, el compañero de la otra cordada, le oigo comentar, que se le han olvidado en el coche los crampones…

Así que con etas tiramos nosotros sin más dilación para coger lo mejor posible la espectacular cascada.

Manuel y Antonio, mientras yo termino de prepararme, se adelantan para ir montando reu.



Tras unas pocas dudas Manuel decide tirar por la canal hasta donde encuentra un clavo en la pared donde se ancla junto a su único piolet, me asegura y colocados en fila para protegernos de la continua caída de agua del desplome que tenemos encima.

Desde esta posición puedo ver lo que me tocará escalar ya que soy el único que tiene piolets en condiciones para enfrentarse de primero a ella y más sin tornillos de hielo.



Comienzo a escalar y en cuanto puedo pongo un seguro en la desplomada pared de la izquierda. Un nº1 de Camalot es el responsable de mi seguridad en los siguientes metros.



Tras unos 10m encuentro un cordino que chapo pero aun así meto otro seguro antes de este.
Pocos metros después estoy en la reu que da acceso a la impresionante cascada de hielo.



Empieza la fiesta…

Ya en la reu los tres, comprobamos la imposibilidad de asegurarla en roca por lo que a Manuel se le ocurre que puedo usar uno de los tres piolos de ellos para clavarlo en la cascada y al menos restar fuerza a una posible caída.



Los tres sabemos que poco hará ese piolet si me caigo arriba, pero es justo lo que necesita mi coco para reunir el valor necesario para enfrentarme a esos 8m de hielo.

Los primeros pasos son sencillos ya que la cordada anterior ha hecho buenos escalones.



Donde la cosa ya se pone pina decido pararme para poner el piolet de seguro.



La primera intención es clavar el regatón, pero la dureza de este pocos cm debajo, hace imposible la tarea, así que toca clavar la hoja hasta el fondo, pasar un mosquetón y una cinta y chapar ambas cuerdas por separado.



De esta semana no pasa; me tengo que comprar disipadoras y algún tornillo de hielo…

Tras clavar el piolet desconecto de lo que me rodea y tan solo existen mis crampones, la prolongación de mis manos que son ahora los piolets y la adrenalina que me hace resoplar en cada cambio de pies y manos.

Cuando llego casi al techito que se ha formado por la caída de agua, veo huellas a mi izquierda de mis predecesores por lo que deduzco que hay que pasarse al vertical lado izquierdo de la cascada, donde la dureza del hielo es superior y mis de crampones sólo entrarán las puntas delanteras al no ser específicos para la escalada en hielo vertical.

Busco los huecos que hay en el durísimo hielo y le doy una patada certera con el pie izquierdo.

Creo que ha quedado bien…

El piolet izquierdo, por más que intento anclarlo, rebuscando más arriba donde la nieve es blanda, queda flojo.
El piolet derecho aun está anclado firmemente al hielo de la parte derecha por lo que me animo a mover el pie derecho para pasarlo al hielo de la izquierda.

Justo cuando saco el pie y voy a dar la patada, el pie izquierdo se va de sus puntas y se queda en el aire unos segundos desequilibrando mi posición…

¡Cuidado! – Grito a Antonio y Manuel al ver que me voy sobre ellos

Por suerte el piolet derecho se queda en su sitio mientras el hielo arrastrado por mi cae a mis compañeros.

Uf…casi

Vuelvo a poner el pie derecho en el sitio de antes y busco la posibilidad para poner un anclaje, antes de moverme de nuevo.

Miro a mi izquierda y veo unos alambres pasados por un puente roca que asoman entre el hielo y la nieve.

Aprieto bien los pies, la mano derecha y con la izquierda intento desenterrarlos…
Bajo ellos descubro algo de color azul. Se trata de un cintajo roído. Tiro de el para descubrirlo pero el hielo lo tiene atrapado y no sé si está roto o unido.

Dejo de tirar y lo chapo, como puedo.

Es dificilísimo maniobrar mosquetones pequeños con guantes gruesos.



El paso de salida se las trae y gracias al cintajo y a los patadones que doy en el duro hielo consigo salir airoso del paso sin más penurias.

Lo siguiente es una pala de unos 45º de nieve blanda sin posibilidad de protección visible.



Miro a mi izquierda y veo posibilidad de poner un seguro por lo que sin pensarmelo busco entre el material el friend adecuado.

Estoy en estas cuando un repiqueteo en el casco me hace mirar para arriba.
Entonces una ducha de agua helada entra directamente por el hueco de mi chaqueta y me moja el pecho.

¡Su guarra calavera que frío!

Pongo lo más rápidamente posible el seguro y me quito del tremendo chorro que se acaba de formar sobre mí.

Tras apartarme de la fresca ducha natural, compruebo sorprendido las huellas de los anteriores escaladores que no se paran en ningún sitio a montar reu, por lo que deduzco han tirado en solo.
No es nuestro caso así que empiezo a buscar por todos lados posibilidades donde pueda haber una fisura bajo el hielo formado en las rocas que se ven.

Una reu en la nieve tan blanda, si se cayesen mis compañeros, dudo mucho que aguantase, así que me planteo llegar a una gran roca que se ve a la derecha de la ladera donde si tras descubrir el hielo no hubiera fisura protegible, al menos usaría ambos piolets para montar algo con la rimaya que se forma entre la roca y la nieve.

Tras uso metros tirando de la húmeda y pesad cuerda, llego a al roca, donde clavo uno de los piolos en la rimaya y con el otro no pierdo tiempo, empiezo a picar el duro hielo, cogiendo cada gran trozo quitado y hundiéndolo en la blanda nieve para evitar que le caiga a mis compañeros.

Hay suerte y encuentro hueco para poner el recién comprado 0.75 y un Alien amarillo.
Esto más los dos piolos clavados serán suficientes para aguantar una posible caída de los segundos.



Decido quitarme la mochila y de paso preparar a la niña pequeña para hacerles alguna foto de la salida del muro de hielo…pero me encuentro con que como la llevaba colgando en la escalada, al llegar a la ducha le ha caído un montón de agua y está algo mojada a pesar de llevar la funda gruesa :(

Tranquila pequeña, te pondrás bien.

Siempre llevo una bolsa de plástico para estas cosas para que así no se moje, así que la saco para taparla un poco, pero con guantes y además mojados es muy difícil manipular cosas asi y veo inútilmente como la bolsa se me escapa entre los dedos nada más sacarla.

¡Mierda…!

Guardo a la niña en la mochila y doy los tirones a los compañeros para empezar a recoger cuerda y posteriormente a asegurar primero a Manuel y luego a Antonio.

Aquí cambiamos de cabeza de cordada y es Antonio quien se pone al frente para tirar los 60m de las cuerdas hasta montar una reu en nieve con los piolos por asegurar una posible caída de Manuel o mía, pero la nieve es muy blanda y la inclinación poca, así que cuando estamos los tres juntos, decidimos tirar en solo con las cuerdas ya recogidas.



Vemos en este punto que nuestros predecesores han tomado la decisión de coger unas placas de hielo que salen a la izquierda con una estupenda pinta, pero al no llevar tornillos nos siquiera nos lo planteamos.



En algún punto la pala final se pone a 50º y el cansancio ya se hace latente tras la pateada de 2h y medida hasta la base del corredor. Aun así Antonio y Manuel se abren huella rápidamente.



En este momento me doy cuenta de que está lloviendo, fina pero continuamente.

En la cima, comida rápida, fotos y finalmente comienza la bajada…la larguísima bajada.



Son las 14:45 y hemos comenzado a las 09:00, por lo que llevamos casi 6horas de actividad sin parar y eso repercute en mi rodilla izquierda, la que me falta el menisco y que en la Sansil me dio el toque la rótula.

No es momento de quejarse.

Lento, voy siguiendo a mis compañeros, por el pesado camino de vuelta, que decidimos hacer por el mismo sitio que la otra vez que estuve por aquí cuando hacía calor.

Tras casi 3h bajo la incesante lluvia, por fin llegamos al coche y luego, tras cambiarnos, a Cerceda donde disfrutamos por fin de sendas clásicas (que era alo que habiamos venido), brindando por muchas tan exitosas como esta.

He de reconocer que sin duda la suerte nos acompañó.




Otros títulos que se quedaron ene tintero:

- TOÑI ON THE ROCKS
- TOÑI SIN TOÑA
- TRES HOMBRES Y CINCO PIOLOS

14 de enero de 2010

CRÍTICAS CONSTRUCTIVAS 0061 ENE10

Comenzamos los "Críticas" de este año con una sola revista suscrita muy a mi pesar y parece que así va a estar durante todo el año. No obstante esto ayudará a que salga antes a la luz y así poder ser más exhaustivo en los detalles.

Metámonos hasta la cocina...


Desnivel nº 283:
Comenzamos el críticas de este año con la nueva entrega de Desnivel con una imagen de portada, que nada más verla, te deja algo confuso por no saber qué es lo que pasa en ella y que por alguna extraña razón tu mente malvada se imagina algunas cosas que no pueden ser, pero que te hacen sonreír. :)

Espero que no se lo tomen a mal ni Silvia ni los belgas que la acompañaron en la casi liberación de esta espectacular ruta al Asgard, con un grado de 8a en libre, llamada Belgarian y que se llevó el premio del público en el festival de cine de montaña Mendifilmfestival.



Es solo un humor y así debe tomarse ;)

Lo primero en lo que me detengo, es en lo que llaman actualidad en imágenes donde nos hablan del encadene del tito Sharma y la vía Neandertal en Santa Linya (Lleida) no por que el grado me importe en exceso, sino por ver que se está viendo una evolución en el mismo, que cada vez parece acercarse más a la superación de la barrera del 9b+ en la que está anclada la escalada deportiva desde hace años.


Detallar las vías que se presentan con estos grados sobrenaturales y posibles sólo para unos pocos inmortales.

- Neandertal 9b
- Chilam Balam 9b+
- Salamandra 9b
- Golpe de estado 9b
- Delincuente natural extensión 9b
- Ali Hule extensión sit Start 9b

Todas son propuestas ya que ninguna de ellas ha sido repetida y documentada hasta la fecha.

En lo que llaman empresa, dos detalles que me atraen. Uno es que la cantidad de premios que ha ganado el calzado de Vimbram con dedos y lo poco que se ve en la gente en España.



Lo otro es la confirmación de que por fin tenemos distribuidor en España de la marca Alien. Esos pequeñines que nos salvan de muchas apreturas, imposible de proteger con otra cosa.



Son los mismos que lleva la marca Austrialpin. Para mí los mejores mosquetones de seguridad que he usado hasta el momento, por los detalles, el acabado y la durabilidad de la rosca a pesar del uso continuo y el maltrato de la misma.
Su nombre e-intercontinental.

Lo siguiente en que me detengo es en la entrevista póstuma de Tomaz Humar. Larga, pero entretenida y a la vez sorprendente. Y es que suena a tópico pero siempre se van lo mejores y este señor a pesar de ser muy criticado en el mundo de la montaña, era una buenísima persona.
Una pena.

Seguido tenemos a los belgas junto a Silvia Vidal que se dan una Jam session, al norte de Canadá en lo que se conoce como Asgard Jamming.
La explicación para los gestos de las fotos parece ser que son para liberar tensión…ejem. Mejor no digo nada ;)

La de ellos es la de la derecha

Sin duda el artículo que más me ha llamado la atención es el de la escalada en Canarias, concretamente en la isla de Palma, donde Pablo Antequera y Carlos Bravo nos muestra las posibilidades de hacer deportiva con alguna vía de un par de largos en varias esquinas de esta poco visitada isla por los escaladores.
Por Internet hay poco tirando a nada de info sobre las zonas, por lo que os dejo este vídeo que publicita la zona.



Lo siguiente en lo que me paro es el tema de la suscripción, pero no por que hayan cambiado algo, sino por que como cada Enero, realizo la renovación de la suscripción desde hace ya muchos años y en esta ocasión la chaqueta Mammut que te dan en una de las opciones de pago, quería al menos verla y claro probármela para ver si me interesaba, pero ¡oh sorpresa! En la librería no las tienen…¿?
Me informan de que eso es cosa de la Editorial a la cual llamo desde el mismo teléfono de la librería que me presta el dependiente y la chica con la que hablo me comenta que para ello debo decirle la talla, luego la pediría al almacén y cuando la tuviesen me acercara a la editorial (que solo está abierta hasta las 16:30) para probármela.
Evidente es que desisto de la chaqueta dado lo limitante de las opciones.

Y digo yo. Si no quieren dejar las chaquetas en la Librería por la razón que sea ¿No deberían incluir esa información en la hoja de suscripción y por lo tanto también una sencilla tabla de medidas para saber la talla a solicitar con, por ejemplo, el ancho de pecho?

Par finalizar, en lo que llaman material, Tino Núñez, no enseña siete gafas para el sol.
Destacar el sorprendente precio de las Adidas Terrex Pro que he tenido la suerte de probarme y he quedado terriblemente descontento por un problema que no entiendo muy bien por qué ocurre. Sus patillas son rectas al final y no se quedan en las orejas, por lo que al menos en mi caso, que soy de cabeza pequeña…se me caían al mira para abajo!
La goma que lleva no la puse y deduzo que con ella quedarán ajustadas y no se acerán, pero eso de qu eno tenga opción para llevarlas son ella, me extrañó bastante. Y más cuando me mostraron el cartelito del precio...240€!!!



Con cuidado las dejé en su sitio y me fui saludando con la mano.

Yo uso unas Julbo Sherpa que encontré de casualidad en una tienda hace años y que no recuerdo ni donde era.
Por alguna razón no me las llevé a Alpes…ah si, por que me limitan la visión lateral.
Le tengo pensada una critica en un futuro no muy lejano.

12 de enero de 2010

¡ABANDONEN EL PARKING POR TEMPORAL DE NIEVE! (ESCALADA EN HIELO, PEÑALARA)

Muchas veces en la montaña te sientes estúpido tras haber actuado de una determinada manera en situaciones en las que tu cerebro interpreta que debes hacerlo de manera instintiva, sin pensar en consecuencias ni en lo que acabas de hacer. Sólo existe el salvarte como sea del amenazante peligro. Luego, cuando lo razonas, te das cuenta de lo estúpido que has sido y ríes nerviosamente por la ridícula situación, aunque en el fondo siempre queda la sensación de haber actuado sensatamente. El instinto de supervivencia.



Domingo 10 ENE 2010
La semana nos había hecho cambiar de planes varias veces, de hecho hasta la Vladyprevisión no la actualicé a tiempo, ya que hasta el día antes aun dudábamos de si podríamos hacer algo y de ni siquiera la cantidad de los que nos apunríamos a esta nueva experiencia que nos depararía algo más que unas sensaciones fantásticas.



Al final nos juntaríamos cinco: Yago, Sergio, Nell, Ramón (el profe) y el mismo que viste y calza crampones, botas plásticas (que no botas cuericas), y un par de piolets Stubai.



La hora pretendida, las 08.00 en el aparcamiento de Cotos, algo asustados por lo que nos habían contado Diego y Javi del día anterior y de las fotos que nos mandaron.
Por el contrario la carretea está despejada, no son necesarias cadenas y el viento es casi nulo por no decir inexistente.
No obstante le día anterior me decanto por comprar nuevo calzado a la mediana y probarselo en buenas condiciones para ver que tal se ponen.



La tempe que marca el termómetro de la niña son -12,5ºC ya que alterna entre ambas temperaturas.



El Marcelino cerrado así que toca cambiarse al fresco.
Un rato después ya estamos de camino por el precioso paisaje que nos ofrece la reciente nieve caída el día anterior y la imposibilidad de parar de hacer fotos, aunque al final tan sólo quedan vivas de energía, mi niña y la cámara de Nell, por lo que seríamos los encargados de documentar la experiencia.


¿Qué diría Freud de esta imagen?

Tras un paseo por el camino en vez de por la laguna como alguno pretendía…llegamos directos a nuestro objetivo.



La pared de Zabala y su cascada del lado izquierda que se forma todos los años y que presenta apenas unos 12/15m de escalada casi vertical de unos 70/80º en alguna de sus secciones.

Allí ya nos encontramos con un par de escaladores que la están haciendo en Solo.



Según nos acomodamos desaparecen pero antes nos recomiendan las secciones buenas para probar.
Detalle de que precisamente es el mismo tipo que ya me he encontrado en la zona otras veces, a quien le falta la mano derecha y que le he visto escalar con un gancho en esta.
Hoy no llevaba nada aunque le vimos dar algún toque a la cascada con un solo piolet.

Ramón, nuestro profe, en el maravilloso mundo de la escalada en hielo, le da de primero metiendo un par de tornillos generando en mi el deseo de hacer lo mismo, pero es la primera vez que me meto en algo así y primero hay que aprender, luego practicar para ir perfeccionado y en un futuro (no muy lejano espero) darle un tiento de primero a alguna cascada.



Poco rato después de que Ramón hubiera puesto el segundo tornillo, llega una cordada y se pone a instalar el Toprope desde una gran piedra que hay en la ladera de arriba.
Ramón llega a un acuerdo con ellos y decidimos compartir cuerda para así no parar de escalar y que los chavales no estuvieran esperando mientras nosotros machacábamos la cascada tras el paso de los cinco.



Van pasando turnos hasta que me toca a mi probarlo.



Absurdamente el miedo escénico se apodera de mí, por aquello de la novedad, de hacer algo atipico aunque no muy distinto a las decenas de corredores que he hecho, hasta que decido solo escuchar las indicaciones de Ramón y desconectar de lo demás.

Baja los talones…
No abras tanto los piolets…
No seas tan posturitas y ve más…recto



Lo intento, pero me puede el vicio de la escalada en roca y lo hago fatal.

El próximo turno intento hacerlo mejor.

Nos hacemos un total de 3 vías? cada uno y cuando yo ya he acabado mi turno decido dedicarme a la fotografía, observar y aprender.



Estoy hablando con Sergio sobre algo relacionado con la pegada de los piolets, mientras Ramón da consejos a Yago que está en la cascada asegurado por Nell, cuando escuchamos a la cordada con la que habíamos compartido cuerda, que ahora andaban preparándose de nuevo tras comer, algo sobre un alud…¿?

- Mira, mira, qué guapo! Peazo de alud está cayendo de Dos hermanas!

Sorprendidos nos giramos todos los que allí estamos (ahora unos nueve o diez) a los chavales ya que desde nuestra posición no vemos nada.

- ¡¡¡¡Ahí va, que viene para acá!... Corred!!!

¡BRUUUUUUUUUMMM!

El instinto se activa y el pánico corre a borbotones por todos lados.
El cerebro empieza a registrar información a velocidad descomunal mientras doy grandes saltos para poder avanzar lo más rápido que puedo sobre la nieve blanda que nos rodea, intentando separarme de la pared lo más rápidamente posible e intentado subir por el lado derecho para evitar así la canal por la que seguramente bajaría el alud.

Cuando cruzo el descubierto río, mi pierna derecha se hunde en uno de los saltos y caigo de rodillas notándo que la derecha se golpea con una roca y hace quejarme, pero no me paro, me arrastro y saco la pierna para continuar corriendo un poco más gracias al chute de adrenalina que me habia proporciando el cuerpo ante la señal de peligro.

Tras dos pasos más me giro para comprobar la distancia a la que estoy y ver si es suficiente. Alucino al ver el polvo que empieza a aparecer por encima de la cascada, posiblemente previo al mogollón de toneladas que saltarían después para taparnos por completo.



También veo a Yago que no se ha movido de la pared de hielo y sigue pegado a ella en una postura extrañamente reposada, como si hubiera aceptado la situación a la que se enfrentaba.

No puede hacer nada, solo esperar
- Me da tiempo a pensar.

Observo que todos están mirando, parados, la nube de polvo en el cielo...reacciono.

- ¡¡¡Corred, seguid corriendo!!! - Me veo gritando al ver la nube de polvo elevarse aun más.

Los allí presentes ven lo mismo y se desperdigan aun más hasta que cada uno advierte que ya es suficiente distancia recorrida para sentirse seguro.

...

Luego? nada.



El alud no llega y nos sentimos tremendamente estúpidos al comenzar a usar la lógica y darnos cuenta de la tremenda distancia que hay de Dos hermanas a la Pared de Zabala.
Aun así, el que llegara el polvo hasta nuestras cabezas da que pensar sobre la magnitud del alud.

Uf!

Poco rato después llegan varios helicópteros (Bomberos, Cruz Roja y Guardia Civíl por ese orden) y una chica del parque que se acerca para preguntarnos si habíamos visto a gente por la ladera que se había derrumbado.



No hemos visto a nadie lo que si estábamos viendo es a unos esquiadores en la cima, posiblemente los causantes de la rotura de la gran pala que casi cogía toda la cuerda de Dos Hermanas.
No parecían nerviosos ni realizaban movimientos extraños por lo que deducimos van solo ellos dos.
Al poco rato desaparecen por el otro lado.

Lo que si flipamos es con las cordadas que habíamos visto en los resaltes de hielo en una cornisa más abajo, a los que les había pasado por encima.
No se movían.



Imagino que estarían flipando por ver pasar toda esa nieve por encima suyo y al escuchar el tremendo estruendo que produjo el alud.

Ya más en calma y con la adrenalina en sangre más baja, empiezo a notar el dolor de la rodilla derecha por el golpe en la roca. La muevo y parece que está bien.
Correr con las Koflach por terreno inestable y caer de rodillas en una roca no es nada agradable.

Mientras Yago termina la vía y Sergio y Nell también la hacen, observo como los bomberos se acercan a las cordadas que están bajo la repisa de Dos Hermanas.



Donde dos de ellos ya han comenzado a escalar de nuevo para recuperar las cuerdas e imagino salir pitando de allí.



Luego, en casa, compruebo que hice unas fotos antes del alud y se puede apreciar lo que se cayó y que en la escena solo había tres grupos de personas. Unos bajando (lo sé por ver, al aumentar la fotos en formato RAW, su posición agachada y las huellas en la nieve), otros preparándose para subir por la ladera y otros siete, abajo, en el resalte de hielo.



Tras el alud se puede apreciar que están arriba los dos que cruzaron la ladera y tuvieron la suerte de no perecer en ella y los siete de abajo.


La zona rosa es la que faltaba de manto en la ladera y ver las dimesiones con los esquiadores de la cima izquierda.

También se puede apreciar en esta foto de abajo, que les pasó por encima el alud y los restos de este bajo ellos.



Dan la 13.30 cuando decidimos dar por terminada la actividad, sobre todo porque si las previsiones habían sido tan exactas para la ventana del domingo en la mañana, también lo serían el aviso de la llegada de un temporal de nieve que barrería España de Sur a Norte y que ya veíamos acercarse y cubrir de negro el cielo.



Las conclusiones que se pueden sacar de esta experiencia con el alud son muchas, pero la que es más certera es que somos como hormigas en el recreo de un colegio, donde los niños son las montañas y sus ideas las inclemencias del tiempo.