26 de febrero de 2010

SUPERVIVIENTES Y VICTIMAS (FILOSOFANDO...)

Siempre he pensado que las situaciones límite suelen ser las que realmente definen a las personas en uno de los dos tipos. Unos son los que luchan por salir adelante y otros son los que esperan a que se solucione por algún acto externo sin que ellos hagan nada para solucionarlo.



No obstante y al igual que en post anteriores en los que pretendía generalizar, también se puede ser de un modo u otro dependiendo de la situación, pero voy a generalizar de nuevo para que la cosa quede mejor definida.

Por ello también quiero compartir una historia que sufrí hace, a día de hoy, unos 6 años, mucho antes de tener este blog, donde se puede apreciar esa diferencia de la que hablo, dependiendo de la situación de cada momento.

Pero antes, me gustaría dar una descripción de lo que llamo Supervivientes y Victimas

Supervivientes: Suelen ser personas positivas y con una buena capacidad de decisión y de mando.
Son gente previsora suelen llevar por siacas tras haber vivido experiencias en las que lo necesitaron y lo tuvieron o por el contrario les ayudó a salir de algún marrón.
Suelen ser personas prácticas y poco emocionales.

Victimas:
Suelen ser personas negativas, indecisas y casi siempre esperan que los demás les saquen del marrón o por el contrario, son de las que se quejan de la situación pero no hacen nada para cambiarlo.
Son poco previsoras y su imagen de la montaña suele ser algo fantasiosa e irreal.
Suelen ser personas emocionales, poco prácticas y sin dotes de mando.

Como digo es generalizar y añadir que además de la forma de ser de cada persona influyen otros aspectos externos y también internos de cada una de las personas, a pesar de tener experiencia, por la que se llega a morir en montaña. Pero ese es un tema que trataré en otro post al que ya tengo puesto título: ¿Por qué ocurren los accidentes en montaña?

En la aventura que viene a continuación no hay fotos de ella ya que ninguno de los dos nos acordamos de llevar cámara de fotos. Por lo que las imágenes que aparecen son de otro momento
Y ahora la historia, que ocurrió justo ese fatídico fin de semana de 16-17 de Enero de 2004 donde murieron dos personas y otros resultaron gravemente heridos cerca de la cima de Dos Hermanas de Peñalara y que fue tan sonado. También se perdieron muchos otros:


8:50. Llego al aparcamiento de Cotos y a los pocos segundos el móvil empieza a vibrar en el bolsillo del pantalón. Es JJ.

A poco rato, estamos CesarO, JJ y yo, dentro de uno de los coches, intentando decidir qué hacer. Hay niebla por todos lados y una fina lluvia moja los cristales del coche.

Gente a nuestro alrededor se cambia entre quejidos, mientras tomamos nuestra decisión.

Al final, JJ decide irse al roco de Espacio Acción y CésarO y yo nos preparamos para la que sería nuestra primera AVENTURA del año.

El camino helado

9:39. Salimos de Cotos dudando de si nos pondríamos los crampones o no, pero a la media hora aproximadamente vemos como los árboles y arbustos comienzan a tener una cresta helada y transparente en sus hojas.

Ninguno de los dos se había encontrado en tal tesitura. El suelo presentaba placas de hielo sin nieve y nuestros bastones conseguían salvarnos de los torpes movimientos, mientras el viento escarchado nos golpeaba incesantes, animándonos a caer.

Según subimos la niebla se cierra más y la temperatura baja a gran velocidad. Calculamos que andaremos entre los 5 y los 7 bajo cero.

Al cabo de una hora de ascensión nuestros resbalones en la helada y durísima nieve nos hace parar para acoplarnos los que dudábamos nos podríamos. Los crampones.

Mientras nos concentramos en la engorrosa tarea de calzárnoslos, aparecen 4 chavales desorientados por la niebla que subían desde la laguna y nos preguntar por las paredes de la meseta. Seguros de donde nos encontramos les indicamos que están unos 50 metros más arriba pero que por la niebla no se veían aun.

Más adelante, nos los encontramos poniéndose los crampones, bastante separados uno del otro¿?

Después de 20 minutos, aproximadamente, encontramos el pie de vía donde el finde pasado estuvimos subiendo.
A pocos metros se encontraba la que, en teoría, era nuestro objetivo, pero la niebla y la bajada de la nieve hace dudar a CésarO y decidimos seguir hacia el Este, para confirmar que efectivamente era ese el lugar.



Anduvimos un Km ó Km y medio encontrando casadas de hielo con grosores más que aceptables para un ataque. ¡Lástima de cámara!

Nos damos la vuelta siguiendo los agujeros que iban dejando nuestros pinchos, mientras CésarO, declara con dudas que no le gusta la idea de subir con este tiempo. Yo aludiendo a mis 3 visitas en solitario al lugar y dos de ellas con niebla y en peores condiciones le animo a intentarlo.

La vía nº 9

Estamos a pie de vía y CésarO se anima a darle un tiento.

Una verticalidad entre 60º y 70º nos ofrecen unos 20 metros de corredor muy divertido donde pude demostrarme lo bien que funcionan mis nuevos Piolos Stubai...

A mitad de vía comprobamos que alguien parece seguir nuestros pasos más abajo, pero enseguida les perdemos de vista.

30 minutos más tarde, nos encontramos en una pequeña meseta donde tomaríamos la decisión que nos llevaría a terrible error.

Primer error

Después de unos minutos decidiendo qué dirección tomar; si a la cima todo recto y luego al Sureste o al Oeste, desde ese mismo lugar, buscando la parte final del corredor del sábado pasado.

Decidimos esta última. Craso error, ya que en realidad, ese último tramo había quedado más abajo y lo pasamos sin verlo por la densa niebla que todo lo tapaba a 7 metros de distancia.

La desorientación

Después de media hora de andar, me doy cuenta de que esto no puede ser otra cosa que la plana cima, el lugar donde siempre se advierte de sus problemas para orientarse cuando hay niebla cerrada, como era el caso.

Mi preocupación va en aumento cuando llevamos un buen rato andando y no vemos más que nieve plana y nada para saber si estamos girando o yendo en línea recta.

-Te voy a ser sincero-Me dice CésarO- estoy empezándome a preocupar.



Yo también lo pienso así pero, intento que no cunda el pánico y le digo que se tranquilice que, por un sitio u otro teníamos que salir a algún lado. Sólo era cuestión de tiempo.

Después de caminar y caminar, nos damos cuenta que las espigas que forman el hielo en el suelo nos está haciendo girar sin darnos cuenta, ya que al fin y al cabo es la única referencia y sin querer nos guían a la desorientación completa.

Ahora la temperatura era muchísimo más baja, rondando, casi seguro, los 10º bajo cero (hoy sé por la tele, que se alcanzó la, nada despreciable, temperatura de 20º bajo cero) y nos estábamos congelando, literalmente. La costra blanca que ya nos cubría los dos, se estaba haciendo cada vez más consistente y nos costaba hablar por tener la cara al descubierto.

Había que salir de allí como fuera.

No sabemos donde estamos, así que sin más espera saco la Brújula, que siempre llevo en el botiquín, aunque sin ninguna referencia... poco útil podía ser. Buscamos el Este para bajar al lado del corredor y posteriormente a la laguna, pero pasados unos cien metros la inclinación nos lleva hacia el Sureste, y hacia allí nos dirigimos convencidos (o auto convenciéndonos) de que ya quedaba poco para el final del error.

El encuentro

Dándonos palmaditas en la espalda a modo de bromas, avanzamos rápidamente.

Al cabo de un buen rato la inclinación se hace mucho más pronunciada y la niebla se hace menos densa.

Unos metros más abajo, nos alegramos al oír un río.

Según bajamos, oímos gente y posteriormente, vemos dos figuras paradas a unos 15 metros de distancia a la izquierda. Nos acercamos a ellos y comprobamos que es una pareja que anda también perdida, desde hace más horas que nosotros.

Segundo error

Nuestra primera idea al oír el río, fue la de seguir su curso abajo, pero la parte masculina de la pareja parecía saber lo que se hacía y decidimos hacerle caso, alejarnos del río y cruzarlo, tomando dirección Oeste. Craso error, ya que más tarde descubriremos que si hubiésemos seguido dirección Este, es decir el curso del río, habríamos llegado a las faldas Sur de Dos Hermanas, ya que en realidad, nos encontrábamos en el Noroeste de esa montaña, por lo tanto nos alejamos de nuestro destino.

Boca del Asno, una agradable visión

Horas más tarde, cuando dan las 14:30, nos encontramos en la falda de Boca del Asno, en su cara Norte, (en ese momento no lo sabíamos) y el aire nos regala la visión de unas casas iluminadas por el sol, durante unos 7 segundos, que nos dan ciertas esperanzas.



Decidimos subir, CésarO y yo, a lo alto de Boca del Asno, para ver si podemos distinguir algo que nos dé una referencia de donde cojo.... estábamos, mientras, la pareja, descansa un poco, ya que llevaban más horas perdidos y por lo tanto se encontraban más cansados.

Por fin la niebla nos da una tregua y vemos Segovia a lo lejos.

Más tarde, nos damos cuenta de que a la derecha, y más cerca, se encuentra el pueblo de La Granja y a su izquierda Valsarín, un pueblo que vive de la serrería.

Una buena decisión

Ese era nuestro objetivo, pero se interponían unos 8 Km de bosque tupido de pinos altos que, no nos dejarían ver ninguna referencia para orientarnos y a tan sólo 3 horas de luz.

Antes de empezar, les aviso de lo peligroso que puede ser adentrarnos en ese bosque, ya que, si se hacía de noche, sin encontrar Valsaín, tendríamos que vivaquear, y la pareja no iba muy bien equipada para pasar una noche a la intemperie.

Valoramos la situación y nos damos cuenta de que es la única opción, si no queremos que se nos haga de noche, en la fría y poco acogedora montaña.

Salimos “escopetaos”, sufriendo algún que otro resbalón, por el manto de hojas y húmedo musgo que cubre todo el suelo del bosque.

Después de una hora de ir campo a través, divisamos, lo que parece, un camino y nuestras mentes comienzan a relajarse, viendo más cerca el fin.

Una y no más...

Un par de Km más abajo encontramos una “carretera”, en bastante mal estado.

Ahora veíamos más claro, que sí llegaríamos antes de que anocheciera, a algún lugar habitado.

El problema era que no sabíamos que dirección tomar.

El joven componente de la pareja declara que, su instinto le dice a la izquierda. Yo, brújula en mano, veo que el norte indica hacia la derecha.

No estaba dispuesto, a dejar de nuevo en sus manos, la decisión de la dirección a tomar.

Así pues, decidimos separarnos, e ir hasta la próxima curva de cada dirección.

Yo, voy con la parte femenina del la pareja, hacia la derecha y CésarO y el joven chavál hacia la izquierda. A los pocos minutos estamos andando hacia la derecha como había propuesto yo.

¡Salvados!

4 Km más tarde, encontramos al primer personajillo que nos indica que, ésta carretera nos lleva, efectivamente, a Valsaín.

18:30 de la tarde. Reunimos todo el dinero que tenemos para pagar un taxi, que avisamos de Segovia.

El taxista, por le teléfono, nos hace la oferta de 35 Euros. La fémina del grupo se camela al taxista y conseguimos la oferta de 32 y pico.

La pareja, lleva 20 Euros y entre CésarO y yo, 12 y algo.

Solucionado!

En el trayecto, el taxista, nos confiesa que, de vez en cuando, le salen “servicios” desde Valsaín a Cotos y que eso le extrañaba bastante, pero que seguramente, serían servicios para gente que se ha perdido como nosotros y tenían que recoger el coche.

A eso de las 19:25, estamos en el aparcamiento, contentos (y muy cansados) por estar a salvo de las garras de Peñalara y con una lección bien aprendida, sobre lo peligroso de ciertas situaciones en lugares tan cercanos como lo es nuestra sierra Madrileña.

El destino


De vuelta a casa, en el coche, mientras escucho una cinta de Brian Setzer, hago un pequeño repaso de lo vivido estas últimas 12 horas y pienso, que el destino, había previsto que nos perdiéramos en Peñalara, para que esa pareja (que nos ayudó en el lo económico, todo hay que decirlo), les ayudásemos a no acabar como esos 4 jóvenes, de los cuales 2 han muerto, y otros 2 han terminado con graves fracturas.

Por lo visto 2, cayeron por una pendiente helada y pidieron ayuda a los otros 2, que al intentar rescatarlos cayeron también, pero con peores consecuencias. Murieron en este mismo día en el que nosotros, y por que así lo decidió el destino, sobrevivimos.




Libros consultados para este Post:

- El Poder del ahora
- Guerreros de la roca
- Quién vive quién muere y por qué


22 de febrero de 2010

CRÍTICAS CONSTRUCTIVAS 0062 FEB10

Mea culpa por el retraso de nuevo.
Esta vez por motivos justificados, pero que no vienen a cuento ya que el espectáculo debe continuar.

Desnivel nº 284:
La portada de nuevo se la gana los chicos de Subidos al Peñasco ahora con nueva web que hacen llamar Clownclimbing.

En lo que llaman actualidad en imágenes impactante primer premio de fotografía del Memorial María Luisa nº 20.
Una pena que la foto salga en dos páginas pero yo os la pongo para que la veáis mejor.

En el apartado de nuevos productos de la misma sección, destacar un pack de la marca Petzl al que llaman Kit de escalada Corax, compuesto por Reverso, Mosquetón, magnesera, magnesio y un arnés Corax…¿Y el casco?
Yo quitaría el magnesio y la magnesera y pondría un casco, mucho más imprescindible en un kit básico para los que “quieran empezar en esto de la escalada” como reza el texto, digo yo.

En cultural, de la misma sección, destacar la película de Nordwand de Philipp Stölzl, que ha salido en DVD y Blue-ray. Pero subtitulada.

Tras su visionado, he de decir que los personajes están más trabajados, las escenas son realmente espectaculares, bien trabajadas, sobrando, a mi modo de ver, el papel de la chica. No puedo evitar compararla con su hermana menor La llamada del Silencio de Joe Simpson, siendo para mí está última, a pesar de lo escueto de la historia y la falta de profundidad, mucho más impactante que Nordwand en o que se refiere a la historia en sí.

El primer artículo en el que me paro es en el que Luis Alonso nos recomienda 10 de las mejores cascadas de España…Mmmm que rico!

Seguido a este, otro artículo, en este caso de Montserrat donde nos hablan sobre 9 vías para cuando seamos menos jóvenes, pero más sabios. Para ello buscaremos las chapas azules y los croquis de Ballart. Las llaman vías Blaves

Me paro en el artículo de la portada y que escribe César Nieto sobre su reciente viaje. En este caso nos cuenta su visita a Canadá, a la poco conocida por muchos zona de Squamish, donde como apuntan se puede hacer de todo, considerada el Yosemite Canadiense.

Un texto divertido y desenfadado le acompaña a las siempre espectaculares fotos junto a un curioso detalle de una sopa de letras.

Y llegamos a la primera parada donde nos encontramos con una agradable novedad, en lo que llaman Material. Pero no por las chaquetas de reunión rellenas de fibra, son por nos presentan a José Isidro Gordito dando su opinión como experto..luego entenderéis por qué digo esto.

Al otro lado del artículo, viene la página de suscripción, donde vuelven a cambiar el “regalo”. Ahora se trata de una mochila de Altus de 45l llamada Alta Ruta. Sin duda será más fácil de adquirir que la chaqueta de Mamut para los suscriptores.


Por último nos paramos en lo que llaman material probado. Y es aquí donde os explico la razón de la presentación. Parece que se apunta a la plantilla José Isidro Gordito en este apartado y para empezar nos habla del crampón Cyborg Pro de Black Diamond, al cual por cierto pone bastante bien.

Por su parte, Tino Núñez, nos enseña dos novedosos artículos: Un psicodélico freno de la marca Salewa llamado Nine (por la imagen lo entenderéis), no muy bien valorado en el artículo.

Y un Microbloqueador de Kong llamado Duck(también por la imágen entenderéis el nombre), que quizás sea el sustituto de los bloqueadores destroza cuerdas de pinchos.

15 de febrero de 2010

CAMBIOS (FILOSOFANDO...)

Los cambios son siempre buenos, porque te permite ver las cosas desde otra perspectiva y así poder mejorar.



Lo seres humanos solemos acomodarnos fácilmente a una rutina sin sobresaltos y el cambio nos produce desasosiego, frustración y dudas.
Pero también nos pone alerta y nos hace reaccionar ante esos cambalaches repentinos que no te esperas o si, pero que te niegas a ti mismo que esté ocurriendo realmente.

La mayoría solemos reaccionar de manera similar cuando nos sacan del estadio de comodidad y nos tenemos que enfrentar, queramos o no, ante esa situación que nos acongoja súbitamente.
Estos changes suelen producir diferentes revelaciones según cada persona y situación, pero lo que sin duda lleva consigo es nostalgia.

Somos animales de costumbres y eso nos lleva a percibir lo que nos rodea habitualmente como nuestro entorno, en el que nos sentimos cómodos, refugiados, seguros. Aunque en el fondo sólo sea una ilusión, como cuando pones un seguro flotante en una fisura y ves que las levas no apoyan bien en la paredes. Sabes que no aguantaría si te cayeses, pero es justo lo que necesitas para seguir adelante.

Salir de ese entorno, sin seguro alguno, puede ser algo realmente desconcertante y ese desconcierto nos lleva a otros estadios que podrían diferenciarse en varios puntos:

- Estado de Shock: No asimilas lo sucedido aunque eres consciente de la situación. Este puede durar algún tiempo hasta que tu rutina comienza a cambiar
- Aceptación: Por fin sales de la burbuja y ves realmente lo que se te viene encima
- Planificación: Recuentas recursos y planes y comienzas a eliminar los que son inviables supliéndolos por otros nuevos y viables.
- Cambio: Suele producirse entre lo tres y lo seis meses de haber pasado por el trance ya que los seis meses son lo que necesita la mente para acostumbrase a un nuevo hábito y desligarse del anterior.

Como humanos, tenemos la mente preparada para hacer planes de futuro basados en deseos que nos han llegado de manera externa para completarlos. Estos planes casi siempre los llevamos a cabo esperando que salgan tal y como los hemos imaginado, pero un cambio en esos planes durante su ejecución puede conseguir tantas ramificaciones que pueden llevar incluso a realizar un nuevo plan que nada tenía que ver con el anterior. Tanto es así que incluso lo que en el anterior podía tratarse de imprescindible, ahora resulta un sin sentido respecto a lo que nuestros deseos nos puede llegar a imaginar en el nuevo plan.


Bajo el Tridente de Tacul las cosas se ven de manera diferente.

A parte de los planes, los cambios, dependiendo de las personas, pueden conseguir resultados completamente diferentes en similares situaciones de dos tipos bien diferenciados:

a. Positivo
b. Negativo

En el positivo, nuestras opciones suelen ser esperanzadoras, con las menores ataduras posibles y siempre aderezadas de poco esfuerzo y mucho placer.

En el negativo el sufrimiento está asegurado y nuestra calidad de vida mermada por negros nubarrones en los que a pesar del gran esfuerzo la recompensa siempre será menor.


¿Medio llena o medio vacía?

Por ello ante los regateos de la vida da igual la situación lo importante es tener una actitud positiva y sonreír ya que los cambios casi siempre son a mejor porque te permiten ver la situación desde otra perspectiva y así poder mejorar.

11 de febrero de 2010

GAFAS PARA GLACIAR JULBO SHERPA (MATERIAL)

Tengo estas gafas desde hace tiempo. Tanto que no recuerdo donde me las compré, aunque si sé cuándo decidí comprármelas.
Después de la Semana Santa de 2004...


Tengo el vago recuerdo de haberme probado otras similares, durante la compra, pero de metal, mucho más pesadas y también más caras. Podrían ser las Micropores, pero no lo puedo asegurar.

Así que hablamos de unos 5 inviernos usándolas ya que el año pasado no las usé.

Para no extenderme sin necesidad en el post, iré al grano.

Lo bueno
- Su peso: La gafa en sí con los protectores y el cordón, 29g, según mi pesa de precisión, la funda 66g por lo que hablamos de un peso total, ya que será raro llevarla sin la funda, de 95g.
- La flexibilidad de sus patillas y el agarre de estas sobre la oreja.


- Lo fácilmente desempañables que son debido a los orificios de aireación que tiene.


- La funda dura y resistente a golpes con un sistema de cierre práctico y fácil de abrir y de cerrar.


- El precio: Ahora las puedes encontrar por la Internet sobre los 30€, por ejemplo aquí. No las busques en la web de la marca ni en los sitios habituales. No las encontrarás.


Lo malo

- Campo de visión reducido: La gafa, cuando lleva las protecciones, al ser demasiado rectas, si miras por el rabillo del ojo no ves, obligándote a girar la cabeza para ver lo que tienes a los lados.


- El sistema para quitar las protecciones es de usos limitados ya que las dos patillas con las que se sujeta cada una, tiene pinta de ser excesivamente endebles.


Mejor dejarlos puestos siempre para evitar que se rompan.


- La falta de paño en la caja para la limpieza de los cristales.


Resumiendo, no estoy ni contento ni descontento con las gafas, ya que me hacen el servicio que busco que es la protección de los ojos cuando estoy en nieve, con un filtro de categoría 3, pero quizás una mayor curvatura en su diseño conseguiría que el campo de visión se aumentara, aunque seguramente se reduciría el rápido desempaño que tiene ahora, por quedar más pegadas.

Por otro lado las protecciones deberían llevar un sistema de enganche más duradero ya que ello te “obliga” a decidir no quitarlas nunca por temor a romperlas.

Juer y que un paño para limpieza cuesta unos céntimos de €, detalle que se agradecería.

8 de febrero de 2010

SISI NONO SANÓ (AGUJAS DEL PURO Y K2, LA CABRERA)

Tras varios ataques al hielo, el cuerpo me pedía roca. Sobre todo la rodilla que ya me había dado varios toques para que no la diese más caña de pateos durante un tiempo.
Le hago caso a medias ya que algo de pateillo llevaba la opción planteada.

Las agujas de la Sierra de la Cabrera.

Tras una pequeña investigación sobre la no existencia de nidos en las cercanías, me decanto por El Puro de La Cabrera, donde varias líneas de grado asequible me atraen desde hace tiempo y que tras buscar en la Internet y las guías que dispongo de la zona no encuentro nada claro de lo que fiarse, por lo que marchamos con la incertidumbre de lo desconocido con tan solo la triste y precaria info de la por muchos denominada Peor Guía de Escalada en roca editada por la Federación Madrileña y de la que tras 11 años (actualmente) de su aparición aun estamos esperando una reedición y por que no una compensación si devuelves la que compramos muchos y siguen vendiendo o_O



Para esta aventura, me acompañaría Sergio e Irma.



Al llegar a la explanada desde la que se accede al Pico de la Miel, quedamos sorprendidos al ver lo que han hecho con todas la jaras que había en la zona.



No sé cuando se ha hecho y el por qué, pero han arrasado con todo hasta la valla de piedra y quemado en montones su restos. Ahora se accede mejor, pero ¿Cuál es el motivo de este “recorte”? ¿Se le perdió a alguien famoso su alianza de boda? ¿Quizás evitar incendios al estilo Bush?



Para llegar a pie de vía de nuestro objetivo inicial, hay que ir por el camino que sube hasta el pico de la Miel y en el desvío hacia el lado izquierdo del pico cogerlo hasta pasar el camino de descenso de ese lado y luego, ya con la Aguja del Puro a la vista ir llaneando y buscando el camino a veces poco marcado, hasta llegar a la cara Este de la Aguja.



Una vez en está, se baja un poco y se sube bordeando por una repisa precedida de unos bloques sueltos algo peligrosos.



En la base ya del pie de vía observamos lo que nos espera mirando con cierta desconfianza la suciedad del recorrido, pronosticando “diversión” a raudales para el trío.

¿Empiezo yo?

El primer largo se trata de un recorrido lógico buscando la debilidad de la pared dando en algún punto un paso de Vº, siendo el resto sencillo de proteger y de grado, aunque algo raro de escalar.

Cuando llego a la altura de una reu con argollas, me planteo meterme a ella, pero debido a lo “escondida” que está para el siguiente largo, decido continuar, tras ver que llevo cacharros de sobra para montar una reu fiable.



Sergio e Irma me siguen sin problemas y pronto estamos los tres frente a la desplomada fisura.



Sergio adquiere los cabos del miedo y le entra decidido a darle por la de la derecha.



Yo le recomiendo hacerlo por la izquierda, pero el que va de cabeza siempre ve las cosas de diferente manera, sobre todo por lo difícil de asegurar el lado que le indico.

Poco rato después, se ve obligado a descansar ya que el frío y la falta de roca dese hace tiempo pasa factura.



Tras un rato, vuelve al ataque y un poco después nos está avisando de que ya está en reu.

Nos planteamos en un momento dado que tire la cuerda para darle yo también de primero, pero un montón de problemas pueden sumarse, si por ejemplo Irma no es capaz de sacar algún seguro, ya que no está acostumbrada a ello.

¡Va verde, Sergio!

Irma sube hasta que llega a la parte que desplomada y comprueba lo difícil que es realizar el técnico paso.



Lo intenta de una manera de otra, pero aun le falta técnica para superar este tipo de pasos en libre.

Desde abajo, aun en la reu, primero la indico los movimientos a realizar de como lo haría yo, pero tras varios intentos las fuerzas le abandonan y necesita oxigenarse y esperar a que le llegue el preciado gas a sus músculos.

El tiempo pasa, me estoy quedando helado y decido ponerme el plumas que llevamos en la mochila.

Uff menos mal.

Le aconsejo que se agarre a mi cuerda para subir esos metros que la separan de la parte fácil, pero no tiene fuerzas.

Bien, tranquila. Intenta asegurarte con tu cabo de anclaje al seguro que tienes arriba y avisa a Sergio de que la morada sube.

Me quito el plumas, lo guardo, desmonto la reu y me encaramo a la pared. Entonces me doy cuenta que tengo los pies insensibles, como tacos de madera, por el frío.
Y es que ese sol prometido lo tapan unas inmundas pocas nubes y no nos alcanza.



Subo rápidamente hasta donde está Irma y me anclo a un seguro para luego poner mi cuerpo como apoyo y así poderse subir a él y salir de la zona desplomada.

Tras la espera y la ayuda, Irma empieza a sentirse más fuerte y puede seguir por sus propios medios el resto de metros.

Arriba los abrazos de Irma son respuesta lógica a tanto estres.

Ya los tres en la reu, cambiamos de cabos y encabezo los metros finales hasta unos árboles que laceo para asegurarles.



La bajada a Sergio le toca hacérsela con gatos debido a una confusión en la información sobre el descenso.

La idea es buscar la canal de la cara Este, entre la Aguja K2 y el Puro, cogiéndola lo más arriba posible, para en pocos minutos estár de nuevo a pie de vía.

Con ganas aun, planeamos hacer alguna cosa más corta dada la hora que ya es (16:00) y así irnos con más metros encima.

La idea está clara. Buscamos fisuras y lo más cercano es la Aguja K2, donde hay al menos dos vías que se les puede dar. La Normal y un 6b que hay en la cara Este que no sé si es Recuerdos del mar o Costa de Marfil ya que la “fantástica” guía que llevamos los tiene confundidos como en una gran parte de las reseñas.

La suerte, a la segunda, decide que sea la Normal que la dan de Vº…luego veríamos que es un poco más dura.



Esta vez es Sergio quien comienza por esta curiosa vía, que te lleva por dos paredes casi paralelas durante unos 8m, para terminar en un techo que te obliga a meterte por un estrecho OW y luego a otra chimenea donde el simple hecho de llevar algo de ropa de mas, puede convertirla en impracticable.



Sergio la pelea y sale en libre por ambas chimeneas, no sin poco esfuerzo, pero sabiamente colocado a pesar de ser su primera chimenea.



Tras bajarle y ver como rozan las cuerdas, comprobamos que va a ser imposible asegurar desde abajo en toperope, así que de nuevo sube, pero está vez andando por el lado izquierdo, recuperamos la cuerda, darle yo de primero y luego asegurar a Irma desde arriba para que lo pruebe de segunda.

Le doy y es justo cuando por fin saludamos al sol.

¡Hola sol!

El tramo de los 8m sin duda es el más bonito estéticamente hablando ya que el recorrido que le sigue exige arrastrarte por el interior de dos chimeneas a cual más claustrofóbica, con modales poco delicados.



Para salir por el OW, no me queda otra que colgarme, ya que además de que el casco me roza en la paredes y solo puedo mirar al frente, la movilidad es nula en el interior de los primeos metros y me es imposible sacar los brazos para agarrar un piedra encajada que hay en el interior.



Finalmente descubro que la razón por la que no paso es por que llevo un par de prendas de abrigo.

Me quito el cortavientos, lo tiro, y por fin consigo deslizarme en el interior haciendo un extraño contorsionismo para colarme por dentro y salir “airoso” del asfixiante tramo.



Lo siguiente es otra chimenea, esta vez más profunda y que incluso da a un pasillo a la izquierda que parece continuar, pero que dada la estrechéz del lugar no consigo ver.



La mejor manera que encuentro para salir de las fauces de esta, es en bavaresa, pero resulta tan incómodo que finalmente serpenteo para llegar, al fin, a la salida donde hay una placa arenosa que da a la reu que Sergio ha montado sobre un bloque, abrazando este en forma de puente de roca.



Ahora Sergio sube con mis zapatillas y yo bajo a hacer fotos a Irma.



La paliza que se ha dado en la anterior vía la ha dejado cansada y sólo puede llegar hasta un tercio de la primera chimenea, pero ahí está, lo ha luchado hasta el final que es lo que hay que hacer :)

¡Bien por Irma!




Decidimos que lo más rápido es que le demos, de segundo, alguno de los dos para así recuperar el material puesto.

Así que aseguro a Sergio para que limpie el largo que parece estár más fresco que yo.




No querías roca? Pues toma, dos vías nuevas!


3 de febrero de 2010

ENTRE CONTROL Y CONTROL, JAMÓN (BIELSA, HUESCA)

Viernes 28 ENE
El finde no comenzaba bien.
Llevaba casi dos horas intentando llegar al lugar donde habíamos quedado, ayudado por dos cosas, mi mala orientación y un error en las indicaciones que me habían dado los compañeros.

Por fin, a eso de las 20:00 estamos saludándonos y cambiando las cosas de vehiculo para ir en la furgo de Rober, donde viajaríamos también Nell, Ramón y yo.
Hasta dentro de un par de días pequeña. Tranquila, te cuidarán bien.

Tras alguna parada e intercambio de conductor, llegamos a nuestro destino, Bielsa, a las 04:00 de la madrugada!!!

Hemos reservado tan sólo un par de plazas por lo que nos repartimos entre la furgo y el refugio de Pineta, siendo Nell y yo los que dormimos en la primera y Ramón y Rober, en la segunda.

Tras prepararnos, nos acostamos a casi las 05:00 y nuestra intención es levantarnos a las 08.00, porque tan solo dormiríamos 3horas, pero ya estábamos avisados de que iba a ser una autentica paliza.

Sábado 29 ENE
Me despierto a las 07:00 y me sorprendo de lo descansado que estoy. Tanto que despierto a Nell pensando que nos hemos dormido y no hemos oído la alarma.
Un duerme vela con la paranoia de quedarnos sobados durante la hora siguiente y por fin estamos arriba.



No puedo evitar, al ver el Balcón de Pineta en primer plano según salgo de la furgo, recordar la terrible experiencia que pasé hace ya unos 6 años.



Tras pocas dudas decidimos el lugar donde pasaríamos el día. La Boca Norte del Túnel de Bielsa ya en parte francesa.



Todo el mundo nos había avisado de dos cosas. Una era que las previsiones para el pirineo eran malas, con viento fuerte, nevadas y que los resaltes de la zona del túnel, era como Patones en domingo a las 12:00.



Al menos en los segundo acertaron, ya que la cantidad de cordadas copando la zona nos hizo decidirnos por un resalte lago más alejado y más corto, aunque no por ello menos interesante.



Como en la anterior salida, Ramón es el encargado de ponernos los tornillos escalando de primero, para dejarnos un top rope a los demás.



Mientras escala intento fijarme en todo lo que hace ya que mi intención es hacer hoy mi primera vía de primero en hielo.



También me fijo en el lado derecho de la cascada donde se puede entrar por un recorrido menos pino y comienzo a investigar posibilidades.

¿Cuántos tornillos quedan? 4?

Armado con mis Stubai, los crampones bien ajustados, cuatro tornillos y ninguna disipadora, me veo respirando profundamente para llenar los músculos de deliciosos oxigeno y comenzar con la aparente tarea mecánica.



Ramón segundos antes me ha dado varias recomendaciones, al finalizar como si se tratara de la escena de Neo con el oráculo, me advierte que antes de que empiece a escalar ya lo habré olvidado todo. No se equivoca.

Como ocurre en roca nada tiene que ver ir de segundo con ir de primero, con el aliciente de que te encuentras en un medio inestable y desconocido, por lo que dos de los tres miedos están latentes. El de lo desconocido y el objetivo.

Pongo un primer tornillo abajo antes de comenzar para ver como va el tema. No parece difícil, pero aquí estoy al lado del ¿suelo?. Más arriba la cosa se pone algo más pina y deberé hacer todo con una sola mano ya que la otra la tendré agarrada a uno de los piolos.

Pasados unos metros, me paro donde parece que puedo meter algo sólido, pero no contaba con que uno de tornillos no estuviera afilado y comienzo a quemar energías intentado que ente en el duro hielo, hasta que desisto.

Debe estár desafilado - Asegura Ramón - si eso tíralo – Bromea.

Pero la broma se transforma en realidad, al guardarlo y sacar otro…se me cae.

Ups!

Sólo tengo dos seguros más en mi arnés y me quedan como 15m de escalada, pero decido seguir.

El otro tornillo se clava bien y comienzo a rotarlo. Me cuesta horrores y gasto muchísima energía meterlo entero.
Tras respirar un rato para recuperarme advierto que llega un tramo más vertical y luego la cosa relaja, aunque la nieve acumulada en la parte de arriba lo hace más pino.

Continuo hacia la derecha controlando cada movimiento, hasta que vuelvo a estar alejado del último tornillo, aquí decido poner el que me queda ya que si cayese más arriba, podría picar suelo.
Lo pongo con menos esfuerzo, quizás demasiado poco esfuerzo, pero no quiero gastar más energía de la necesaria, y gastarla en los 10m finales donde no podría poner ningún seguro más.

La parte de arriba tiene una gran capa de nieve blanda que hace que mis crampones y piolets no agarren con consistencia por lo que me veo obligado a buscar en la profundidad algo más duro, en cada paso que doy.
Por suerte llego a la reu sin consecuencias, la monto y bajo más feliz que una perdiz.

Había tenido ya suficiente por hoy yendo de primero. Ahora quería seguir entrenado.
Y es lo que haría el resto del día, ir de segundo probando vías de hasta 90º aprox.
Y escalar un Free standing.



Lo cual resulta ser lo más divertido de todo.



Cuando dan 13:00, comienza a nevar abundantemente y ya no pararía en lo que restaba de día.
Y a Nell le toca darse el último turno con la copiosa nieve de telón de fondo.



Mientras estamos recogiendo, vemos nuestra primera caída en hielo en primer plano y la veloz mano de Nell muestra el antes y el después.



El chaval, por lo visto, estaba usando el sistema clásico de escalada en hielo, es decir colgarse de los piolos para poner los tornillos en vez de hacerlos sin descansar sobre nada más que su mano libre y sus pies.



Por suerte no hubo más consecuencias que un susto.

Luego, como debe ser, Clásicas al canto, con algo de tapeo y agradable conversación.



Para luego terminar en el refu donde Jaime nos invita a unos pacharanes, por recomendación de Soneman, gran amigo del guarda del refugio.



Tras la cena compartida en mesa por un chaval al que le parecía muy fácil la escalada en hielo, una italiana contenta por el primer plato del menú y una vegetariana que comía jamón, nos dan las 00:00, esta vez dentro del refu ya que dormimos los cuatro en la sala de Monte Perdido.

Domingo 30 ENE
Amanece a las 08:00 para nosotros y confiamos en poder hacer algo antes de volver a Madrid, tras la gran nevada del día anterior.



Nuestras esperanzas se ven cumplidas y volvemos a la misma boca Norte, pero esta vez a las vías de 30m que el día anterior estaban copadas de Patoneros.



De nuevo le da primero Ramón, eligiendo un recorrido que a todos abajo y a él arriba nos pone los pelos de punta, por primero hacer dos grandes agujeros, casi al comienzo, con los pies, dejando ver y oir el agua caer por detrás y más arriba cuando cruje espectacularmente toda la cascada, partiendo y apoyándose como luego nos contaría el propio Ramón al descubrir una gran grieta horizontal en la parte más delicada del recorrido.



La cascada aguanta y Ramón termina la vía sin que pase nada.

Seguidamente le da Rober pero el dolor de manos le puede y se tiene que bajar cuando ya no le queda mucho.



Luego le da Nell, que también sufre las mismas consecuencias.



Ambos bajan felicitando a Ramón y en breve sabría el por qué.

Veamos de qué os quejáis tanto :)

Tengo suerte y el sol empieza a pegarle a la cascada, con lo que las fotos todos sabemos saldrán mejor.



Dado el estado del recorrido por el que ya han pasado los tres, en el que los agujeros se han hecho más grandes y el sol seguramente no haga más que debilitar la zona, decido darle más a la izquierda a pesar de lo pino que está desde el principio.



Me propongo ir rápido para no petarme como le ha pasado a mis compañeros, pero enseguida descubro que no es esa la razón de su abandono, sino el frío de las manos.



Y es que cuando escalas en hielo los guantes son muy importantes, ya que al estar con los brazos siempre arriba la sangre que le llega es poca y si encima le añades el contacto con el hielo, consigue que literalmente se te congelen las manos y te deje anulado el agarre del piolet.



El dolor en las manos comienza a ser latente y a pesar de mi intento por continuar, me veo obligado a pararme, pero no quiero colgarme, así que busco la mejor manera de descansar y sacudo los brazos para tener algo de sensibilidad en las manos y poder ir quitando los tornillos a mi paso.



Continúo y la sensación es bastante desagradable, a la par que satisfactoria por ver que puedo continuar golpeando el hielo en los tramos duros y gancheando todo lo que puedo en el resto para ahorrar fuerzas.



Por fin paso el último tramo vertical y con él, el saco el último tornillo.
Justo cuando por fin llego a la reu y sin tiempo para anclarme, la sangre comienza a abrirse paso por los dedos con un dolor indescriptible que hace me vuelva el recuerdo de cuando sufrí el principio de congelación en los dedos, precisamente muy cerca de aquí. En el Balcón de Pineta en una inolvidable experiencia.

El dolor es realmente brutal y los sudores fríos hacen que me marée obligandome a poner las rodillas contra el hielo y colgarme de la cuerda.
No puedo hacer nada, salvo esperar a que pase la intensidad y que la sangre haga lo que tiene que hacer, calentar.
Unos 10min después, por fin el dolor es sólo un vago recuerdo y la movilidad de las manos vuelve a la normalidad.

Menos mal!!!



Tras recoger, volamos al refugio, donde damos cuenta de la comida que Nell a comprado y la que he traído yo, para luego despedirnos de guarda y emprender las 6h de camino de vuelta a Madrid con dos paradas obligadas por los malos.



Son las 02:45 cuando me meto por fin en la cama. Dormiré apenas 4h y mañana estaré destrozado. Pero me da igual, lo he pasado genial y eso es lo importante :)