31 de agosto de 2009

POR SER TAN BLANCA...(PEÑA BLANCA)

Es interesante comprobar, como a pesar de llevar escalando 12 años, aun hay sitios cercanos a mi actual lugar de residencia, donde aún ni siquiera había estado.
Esto de visitar sitios nuevos, como algunos ya sabéis, es una de mis 11 claves para mantener la motivación alta.

En este caso se trata de Peña Blanca, situada en Peguerinos (Ávila) a pocos km del Alto de los Leones, donde se coge el desvío en la rotonda hacia unas “majestuosas” antenas rojas y blancas.
Tras un serpenteante camino a veces asfaltado y a veces empedrado, se llega a un claro, tras cruzar un par de pasos canadienses, donde veremos un cartel blanco, a la izquierda, muy desgastado, donde se puede leer “Canto Herradero”, con una barrera bajada a su diestra un poco más adelante.
Este será nuestro lugar de aparcar ya que si miramos al otro lado de donde esta el cartel y la barrera, veremos esto:



Es decir el conjunto de Peña Blanca, donde destaca la peña que da el nombre a la zona.


¿No me digais que no se paraece al Come rocas de La Historia Interminable?

Para subir, tan solo hay que seguir un marcado camino que sale a la izquierda de la piedra que se ve en el centro de la foto general de más arriba.

La subida no será generosa con nuestras piernas, por lo que se asegura una buena sudada hasta llegar a pie de vía.



Corta pero intensa…

Sergio y yo nos decantamos por la clásica Norte de Peña Blanca, que a pesar de decir que es Norte el sol aun castiga la roca. Alberto, Hugo y su chica se van a las placas del callejón donde se aseguran sombra.



Decidimos darle en un solo largo dado lo corto de los dos que tiene esta vía saliendo un largo de 30m.
Según la info que disponemos, parece ser que es 6a+/A1, por lo que cargamos con material de más por si hay que artificial un rato.

Sergio es el encargado de darle el primer tiento, por lo que yo me acomodo lo mejor posible para asegurarle y además esquivar el sol que no me deja tranquilo.



Tras pocas dudas y algún que otro error en el alargue de las cintas, se saca el paso en libre y pronto llega a la reu de dos cadenas.
Aquí comprobamos que va estar complicado recuperar el material al bajar, por lo que decidimos que rapéle, le de yo de primero con los seguros puestos por Sergio y finalmente le asegure yo desde arriba para que suba de segundo y así recupera las piezas puestas en el recorrido.

Los primero metros son de un grado aprox de V+ que se pueden proteger con un nº4 ó 5 si disponemos de él.
Lo siguiente es un paseo de IIIº que te deja en la reu de argollas para luego pasar a los paso más complicados de la vía.
Consigo hacer todos los paso en libre hasta que llego al paso clave que te obliga a realizar un paso a ciegas para coger un invertido, para luego pasarte al otro lado aguantando una puerta que no consigo aguantar a pesar de intentarlo en repetidas ocasiones.
Finalmente, hago un par de pasos de A1 y salgo a lo sencillo.

No tardando mucho y tras una barrita rápida, nos adentramos en los calores de la cara Sureste, para enfrentarnos al primer largo de la vía Lucas. Una fisura de unos 20m con varios paso técnicos y algún empotre de manos/puño que según la info que disponemos es 6b+.



Decepcionado por no haber conseguido superar el paso de 6a+ en libre de la otra vía me cuelgo los cacharros y a pesar del calor que zumba a todo trapo, comienzo a subir decidido a encadenarla.

Ya los primeros pasos, tras chapar la primera, son algo raros y te obligan moverte con maña por los pocos agarres que encuentro.
Tras estos, comienza la diversión empotrando la mano izquierda en un agradable movimiento gracias a los guantes de fisura teniendo un nº 1 protegiendo el paso.
Luego toca sacar el nº 3 y finalmente llegar a la siguiente chapa de las 4 que tiene este largo, donde se encuentra (para mi) los más técnico que resuelvo en mi caso con unos movimientos de bavaresa, donde la delicadeza es importante.

Luego, para la siguiente y si eres bajo como yo, toca un pie mano con el musgo levantado intentándose meter en tus ojos, para finalmente pillar el cachazo que hace que llegues al final de la vía.
Me tengo que parar en esta chapa antes de seguir los últimos metros para recupera el resuello del esfuerzo generado, pero llegando a la reu más que satisfecho por le largo terminado.



Tras de mi Sergio la encadena también y finalmente es Alberto quién el pone la guinda para luego bajarnos al alto de los leones, lentos pero precisos, y tomarnos, como manda la tradición, una buena clásica.


27 de agosto de 2009

SIN DESCANSO (BDR, MAJADILLA VERDE, NORTE DEL YELMO Y PEÑALARA)

Debería haber descansado algunos días tras el viaje a Alpes, pero siempre hay algo pendiente que escalar y amigos con quien quedar, por lo que el descanso lo dejo para otro momento y el mismo finde de la semana que llego a España, me acerco a BDR a probar la última vía equipada. La vía nº 17.

Finde 8-9
De ella puedo decir que tiene una par de pasos finos y que requiere de un Alien amarillo y otro verde como protección. Es de fisura desplomada en su inicio y se escala en bavaresa/diedro.


El grado? 6a con los cacharros puestos y 6a+poniéndolos.

Ese mismo domingo de regreso a Madrid, me acerco con Asun, Carlos y Zulema a conocer la Majadilla Verde, donde comprobamos que es un buen sitio para llevar a gente que está comenzando por la facilidad de sus vías (sobre el IVº y V+) donde además hay alguna cosilla para apretar un poco más (6a+/6b).

Asun probando la escalada sin gatos

Allí Carlos y yo nos ponemos picones y la tontería nos lleva a escalar descalzos, luego descalzos y saltándonos una de cada dos chapas y finalmente rizo el rizo haciéndolo con los ojos tapados, con un pañuelo de Hello Kitty, de primero y sin las cintas puestas.

¡Monisimo! jejeje

Todo en una vía muy sencilla de IVº, pero que NO recomiendo, encarecidamente, hacer a nadie.


Por suerte la cosa quedó ahí ya que lo siguiente habría sido con los calzoncillos en la cabeza tapando los ojos…jejeje



Finde 15-16

Tras celebración familiar del sábado, el domingo quedo con Nieves, Yoli y Alberto para hacer la visita de rigor del año al Alto de Telégrafo, donde me meto para calentar en la vía queda a la derecha en el la primera aguja y que resulta estar graduada de 6b (eso me pasa por no mirar los croquis) y sumado a que han desequipado alguna chapa y la reunión, dejando los tres espárragos al aire.
Como he protegido con un par de cacharros en la salida, me veo obligado a seguir subiendo y montar una reu en unos bloques ya muy arriba.


Nieves, muy echa pa'lante, se adentra en la vía consiguiendo sacar los pasos a pesar de haber escalado tan solo unas 4 veces. Lo malo es que al bajar se va demasiado a la izquierda y tiene una caída...por suerte sin consecuencias, salvo el susto.


Después hacemos tres vías más donde Yoli y Nieves también se animan a darle, estas más sencillas.


Finalmente nos vamos al tercer meño donde Alberto tiene pendiente el encadene de un supuesto 7a de fisura, desplomada y de fuelle.
No la encadena y aunque sé que no voy a ser capaz de hacerla dado el cansancio que noto desde la vuelta del viaje a Alpes, la pruebo de segundo hasta que las manos se me abren y la fuerza me abandona.

¡Peazo de vía!


Finde 22-23

Hacía ya unos años desde la última visita a la cara Norte del Yelmo donde quedaron algunas cosas pendientes.
En este caso subo el sábado “pronto” con Nieves, Diego, Asun y Carlos, para hacer la Pulpo Serrano y si alguien se animaba darle un tiento a la Fonsi.

Nieves peleando el paso del 2º largo de la Pulpo Serrano

Finalmente a la Fonsi no se anima nadie a darle, por lo que decido que al menos el primer largo que está limpio en seguros y tiene una pinta muy atractiva sí que le voy a dar.

Seguro flotante, totalmente psicológico

De segundo se animan Asun, Nieves y finalmente Carlos. Diego anda tocado de un hombro y visto lo visto decide no darle.

Asun encarando la bavaresa roma tras la travesía expo

El domingo quedo con Yago, con el que hacía ya meses que no quedaba, en Peñalara, por la tarde, donde la soledad hace que disfrutemos de la zona como hacía tiempo. Tan solo una pareja a última hora que se mete en una vía a nuestra izquierda, los pájaros y los 4 jinetes rompen el silencio que gobierna la zona de Zabala.

Los 4 Jinetes de...Peñalara

Allí nos hacemos la vía Alcohólicos Anónimos Ae/6a ó 6b/6b+...

Yago en el paso de 6b/6b+ del techo de la Alcohólicos Anónimos

...y la Fisura Inclinada V+,...

Yago en el primer largo de la Fisura Inclinada

...aguantando hasta que el sol se despide por el horizonte mientras planes de escaladas futuras llenan las conversaciones con la ilusión de que se cumplan en las mismas condiciones que estos tres findes pasados.

24 de agosto de 2009

SIGUIENDO LOS PASOS DE REBUFFÁT - 03 (ALPES09)

El resto del tiempo lo gastamos en no hacer nada más que comer y beber para recuperar fuerzas, ya que los siguientes 3 días los pasaríamos durmiendo a 3.371m de altitud en el refugio Torino, donde nos planteábamos terminar nuestro viaje hasta que el tiempo cambiara.





1 Ago

Si hay algo preciso en Chamonix es la meteo, aunque alguna sorpresa siempre te llevas con esto de la meteorología ya que no es una ciencia exacta, aun así las predicciones eran claras, el día 1 y el 2 daban "bueno" y el 3 malisimo, para terminar el 4 con bueno de nuevo, por lo que nos debíamos plantear una sola actividad ya que nuestro regreso en avión era el día 4.



De las ventitantas propuestas que teníamos entre los dos de hacer, teníamos clara una premisa. “No escalar con mochilón”, así las opciones se reducían bastante, tanto que se quedaron en tres. Una era el Triangulo de Tacúl, otra el Espolón de los Cosmiques y por último el Tridente de Tacúl. Todos ellos cerca, pero a pesar de las ganas de hacer alguna cosa más, no había más remedio que resignarse al tiempo en el más amplio sentido de la palabra.



Finalmente optamos por el Tridente siendo una escalada con aproximación corta y escasa en compromiso…o eso es lo que habíamos leído en la ifo disponible. Aun así escamados con las precedentes nos lo tomamos igual de serio que cualquiera de las anteriores.

Para acceder a esta zona, hay que tomar de nuevo el teleférico que ya habíamos cogido unos días antes para ir a la Aguja de la M, pero esta vez llegando a la Aguja de MIdi que está a 3842m de altitud.



Una manera de ahorrarse un montón de metros de desnivel que superas en poco más de 20min, lo cual consigue que algún avezado turista llegue arriba vomitando.



El viajecito en el teleférico más un telecabina que cruza el inmenso glaciar de gigante, nos sale por 50€ por cabeza, con solo el de ida, hasta lo que se conoce como Helbronner, donde hay que coger otro telecabina (7€) que te lleva ya a la parte italiana de los Alpes, donde está el refugio Torino, nuestro lugar de pernocta por dos días.



Ese día solo lo usaríamos para llegar al refugio y estudiar el recorrido en detalle, pro l que nos lo tomamos con calma y decidimos pararnos un rato en la Aguja de Midi para observar las increíbles vistas que ofrece este incomparable balcón rodeado por sobrecogedores glaciares.



Esta zona es mucho más visitada que cualquiera de las que hemos estado y se aprecia en el tráfico que se genera en las bajadas y subidas de las aristas cercanas.



Esta vez no tenemos que caminar nada, hasta el refugio por lo que no nos hemos esmerado tanto en el peso, así que nuestras mochilas son algo más pesadas que anteriores días.
Durante este paseo por los balcones, existe un paso escavado en el hielo que atrae a cualquiera a pasar por él.



Hago una foto, guardo la cámara y me dispongo a pasar observando, impresionado por el techo, con tan mala suerte que no me fijo en el suelo en el que hay a la izquierda unas planchas de plástico que no piso y lo que piso es puro hielo…

¡Zip…ay madre, qué vuelo…Boom!


Caigo con el culo en el duro hielo impactando brutalmente con todo el peso de la mochila y sorprendiendo a todos los que están en la cueva.

Me quedo quieto antes de moverme por si me he partido la cadera por el gran impacto, mientras escucho a la gente preguntarme en ingles y francés si estoy bien.

- Uff…no sé, primero a ver si me puedo levantar.

Poco a poco me voy incorporando y noto un agudo dolor en la rabadilla, pero me puedo mover, así que me acerco con cuidado a las planchas de plástico y camino hacia el final de la cueva.
Alberto no se ha enterado ya que iba unos cuantos metros delante.

Nada más salir el sol me hace guiñar los ojos y busco las gafas en mi cabeza pero no las encuentro.

- Mierda, se me han debido de caer en la piña de antes!

Regreso sobre mis pasos y pregunto en mi mal inglés a la que gente que hay por allí si han visto unas gafas en el suelo.

Sin gafas no me adentro en glaciar ya que se me pueden dorar las pupilas, así que retrocedo el camino hecho hasta la última vez que me las quité de los ojos, en la tienda de regalos que te obligan a cruzar, donde precisamente venden gafas.
Pregunto a la señora por lo precios de una gafas con filtro 4 y me habla de precios desorbitados, que empiezo a apechugar pagar sin remedio. Estoy en estas cuando alguien se golpea, al pasar, con el casco que llevo colgando en un lado de la mochila.

Giro la cabeza mientras pido disculpas y sujeto el casco con la mano, cuando un brillo dentro de este me hace mirar en su interior…son las gafas!
Al parecer en la caída habían volado en el aire y habían caído justo dentro del casco.

- ¡Lo hago adrede y no me sale!

Sonrío a la dependienta devolviéndole sus especulativas gafas, mientras le enseño las recién encontradas y me marcho con un sorry repetido varias veces.



Tras el percance, nos montamos en los pequeños telecabinas y comenzamos a cruzar el espectacular glaciar que casi se pierde en el horizonte, parándose en las agujas que nos rodean y que parecen contenerlo para que no se desparrame.



Vemos también los otros objetivos planteados y guardados para otro viaje.
Como es el Espolón de los Cosmiques.



El Mont Blanc de Tacul



Y el Triangulo de Tacul.



Una vez llegados a Helbronner, observamos sorprendidos lo cerca que está el refugio Torino y nos planteamos bajar andando, pero lo descartamos rápidamente al comprobar lo aparentemente complicado de crestear por piedra suelta hasta este.



Curiosamente, nada más montar en el telecabina, la niebla se cierra dando la sensación de que estamos bajando por un cable sin fin.



Tras esta bajada, toca de nuevo subir¿?



Por unas escaleras hiperempinadas que tienen incluso unas puertezuelas, que suponemos es para por si te caes poder pararte antes de llegar al final.

Arriba la niebla aun se mantiene y deja vislumbrar de vez en cunado las fantásticas vistas que se pueden disfrutar, como de una aguja también metida en la lista, en la Aguja de la Brenva.



Llamada Pére Eternal.



El resto del día lo pasaríamos estudiando la ruta e hidratándonos.



De nuevo las vistas desde nuestra habitación son más que atractivas, esta vez la Brenva y su atrayente aguja de Pére Eternal nos despiden el día para esperar las 04:00 de la mañana cuando comenzaría nuestra última escalada en los Alpes.





2 Ago

Al parecer esta misma vía del Tridente que habíamos elegido también había sido la opción de tres ingleses que no aparentaban ser más que simples turistas.



Ellos son más rápidos en salir y nos cogen ventaja rápidamente, cosa que no nos preocupa en exceso ya que cuanto más lejos, más espacio entre ellos y nosotros y menos posibilidad de que nos tiren piedras o nos retrasen en nuestra escalada…lo que no sabíamos aun es el estilo en que tenían pensado hacer la vía.



Nuestro avance por el glaciar, nos hace pararnos varias veces a contemplar los colores que nos envuelven en cada minuto que pasa mientras la luz juega a filtrase entre las perfiladas agujas graníticas.



Poco rato después esta misma luz empieza a colorear de rojo el conjunto del Tridente, Gran Capucín y Petit Capucín, de izquierda a derecha.



Según nos acercamos a nuestro objetivo, alucinamos con el extraño fileteado de la roca que ofrece sugerentes líneas negras.



Para acceder al comienzo de la vía, hay que subir por un corredor de unos 60º con la incertidumbre de la posible caída de piedras.



Comprobamos que la otra cordada aun no ha conseguido comenzar la vía y se pelea en el corredor por llegar a lo que ellos interpretan es el inicio.
Nosotros, con algo más de calma, observamos las posibilidades de dejar las mochilas en el mejor sitio para luego recogerlas.
La vía en cuestión se rapela por esta misma cara, aunque en el realidad va bordeando toda la aguja de Oeste a Este en un recorrido espiral ascendente.

Una reunión de clavos que localizamos un poco más abajo de donde están los ingleses, es nuestro objetivo, por lo que poco a poco nos acercamos a esta y allí nos preparamos para atacar la vía con una pequeña mochila para llevar el agua, algo de comida y una pieza de abrigo.



Los tres primeros largos decidimos que me los de yo siendo un ejercicio de uso de IA, donde el fin es encontrar las reu que recientemete se han equipado con parabolt y con posibilidad de rapelarlas.



¡Ahora si que estoy disfrutando!



A pesar de haber algún largo un poco exigente como alguna fisura técnica, la sensación de libertad al no tener el lastre de la mochila tirando y desequilibrandome cada movimiento, hace que la cosa fluya rápidamente y escalemos muy rápido.



Casi sin darnos cuenta alcanzamos a los ingleses y es cuando alucino con lo que veo ante mis ojos.



Están escalando con bota dura, con una sola cuerda y asegurando al hombro¿?
Lo peor es que llevan otra cuerda en la mochila y además un ATC colgando del arnés. Tampoco usan las reus de parabolt y se aseguran laceando bloques.

Todo me parece muy bien, ya que cada uno realiza la actividad como quiere, pero claro, siempre y cuando no produzca retrasos de 2horas como el que nos esperaba en breve.



Tras mis tres largos, Alberto se hace dueño del cabo de miedo y tras hablarlo, se adentra demasiado a la izquierda a pesar de ver que los ingleses se meten por la derecha, pensado que así podríamos adelantarles sin molestarles en su objetivo…craso error ya que se ve obligado a bajar desde una reu que hay montada en unos bloques y regresar al lugar donde le aseguro para luego acomodarnos lo mejor posible para esperar a que suban dos de los tres componentes de la cordada.


Por aquí no va a ser...

Mientras esperamos a que el primero suba, aparecen unos italianos que finalmente terminan por rapelar cansados de esperar.

Estamos en esta espera, cuando escuchamos caer un montón de piedras por la canal por la que hace un rato hemos subido nosotros, seguido de una gritos desgarradores de una mujer y unos lloros. Luego silencio.
Los italianos se acercan a la canal para ver lo que ha ocurrido.
Por lo visto bajaban dos de escalar el Gran Capucin y se les ha caído encima un montón de
piedras.

En cuestión de minutos aparece un helicoptero, deja a alguien en la canal, vuelve a pasar, deja a otro rescatador y pasa una tercera vez para recoger a la accidentada y llevarsela en el cable que la sube hasta el helicoptero que ya se dirije a Courmayeur.
Increible eficiencia que da una sensación añadida de seguridad en estas peculiares montaña.

Una vez han subido los dos componentes que parecen más experimentados, a pesar de la juventud del que escala de primero siempre y su falta de casco, el chaval que queda, un joven más bien tirando a grueso, del que se aprecia casi nula experiencia en escalada, pero que le pone un empeño brutal, le han dejado sus compañeros con un cordino y una escuetas explicaciones de cómo hacer un Prusik para subir por una cuerda fija.

¡Se masca la tragedia!

Alberto, ducho en inglés, le explica como realizar las maniobras, ayudado por un pato que cuelga tras de si y que nunca a usado.

Los gritos de los compañeros dándole caña, parecen conseguir su objetivo y el chaval sube como puede el largo que resulta ser uno de los más difíciles de la vía (6a).



Alberto comienza a escalar cuando veo que el chaval ya lleva bastantes metros. Aun así le alcanza rápidamente y le toca esperar un buen rato a que el chaval consiga salir de los estrechos diedros.

Tras este largo, toca subir unas repisas inclinadas y fáciles hasta llegar a una gran chimenea improtegible hasta bastantes metros más arriba que Alberto se da sin mochila claro.

Aquí los ingleses deciden abandonar ya que su sistema de subir y las grandes mochilas que portan hacen imposible su paso por esta, así que bajan un poco y llegan al escape de la vía que sale a la derecha según la info que disponemos.

Yo, mientras me hago la chimenea con la pequeña mochila colgando de un cordino atado al arnés.

Tras este, quedan un par de largos hasta la cima así cambiamos el cabo de terror y me doy yo el primero, siendo un disfrutón y variado recorrido con una fisura desplomada en su mitad que resulta ser muy agradecida aunque exigente (6a).

Luego es Alberto quien se pasa al otro lado del terror y encabeza hasta la cima yendo por unos pasos aéreos y de bavaresa roma (6a+) que luego pensamos que no es de la vía en cuestión ya que salimos justo a la reu en vez de a la derecha como comentan los croquis ya que no hacemos ninguna expuesta travesía.



Esta si que la hemos disfrutado sin las malditas cargas a nuestra espalda tirando de nosotros.



Arriba alucinamos con ver en agujas cercanas a cordadas llegando a la vez que nosotros a las cimas de nuestros objetivos del día y no podemos evitar a pesar de fresco que corre aquí arriba hacerles unas fotos.



Tras varios rápeles volados y un enganche de cuerda, por el nudo del final, que solucionamos sin mucho problema…



Comenzamos el regreso al refugio a paso alpino ya que lo que antes había sido bajada ahora era subida.



Al llegar al refugio, tras cambiarnos de ropa y ponernos más cómodos, sin duda caen varias clásicas para celebrar el fin de fiesta, eso si a 6€ cada una.





3 Ago

Como ya habían previsto las webs de meteo de Cahmonix, amanece con un buen marrón, con truenos viento y niebla super cerrada.



Tras pagar los 231€ por dos noches con desayuno y cena, 3 pintas un vin brulé, varias botellas de medio litro de agua (no vendían más grandes y el agua no es potable) y botecito de patatas fritas, nos disponemos a bajar a Chamonix, con la sorpresa de que el telecabina que cruza el glaciar del gigante esta cerrado y así permanecerá todo el día.


Nadie está fumando, es la niebla!

Nos planteamos dos opciones: Volver al refugio y que nos vuelvan a clavar o bajar por la parte Italiana que parecía abierta pagar la bajada, el autobús hasta Courmayeur y luego otro autobús hasta Chamonix que cruza el túnel del Mont Blanc.

No tardamos mucho en decidirnos por la bajar hacia Italia.

En el teleférico que nos baja nos encontramos con un famoso actor de comedia.


¿Lo reconocéis?



Ya abajo y tras un par de horas estamos de nuevo en Chamonix donde de nuevo coincidimos con los Riojanos esta vez al competo y con los que nos sorprendemos por las coincidencias que salen tras las largas conversaciones bajo el mal tiempo que reina durante todo el día.



Esa noche Albero había quedado con un par de amigos que andaban de viaje por la zona y con los que nos daríamos el clásico homenaje final con una buena comida, lo que teníamos previsto es que tan solo quedaba un sitio abierto en Chamonix para comer a las 22:50 de la noche, por lo que el lugar es algo más que fino, así que nos liamos la manta en la cabeza y nos desfogamos en una suculenta carne que te vas haciendo en un aplancha calentada por dos fuegos de alcohol…vamos, lo que se dice un hornillo de dos fuegos jejeje.





4Ago

Tras despedirnos de los Riojanos y prometer estar en contacto para una visita a sus tierras y otra a la Pedriza, nos montamos en el coche con la esperanza de que el reparto de peso metiendo los cacharros y las cuerdas en los equipajes de mano cuelen y no tengamos que pagar el sobrepeso de los 10kg.



Pero nuestra esperanza se ve truncada por las cuerdas y nos toca volver de nuevo a recorrer todo el aeropuerto medio corriendo para facturar las cuerdas, ya que no nos dejaban retroceder una puerta que era la frontera entre Suiza y Francia, con lo que tan solo hubiéramos bajado unas escaleras en vez del pateo que nos vemos obligados a darnos.


Próxima para: Puerta del Sur...Final de trayecto


Battery low…battery low…

¡Vaya, justo en la última foto!

Parece que a mi “hija pequeña” se le han agotado las pilas, igual que a mi en este frenético viaje en el que descansar poco…pero satisfecho mucho.