29 de enero de 2008

ALEA JACTA EST, BREZOS

En post anteriores...

Ya de camino, Asun llama a los maños que viene de viaje para escalar unos días por la Pedra.

Vale pues no vemos en cantoco
- la oigo decir.

40min más tarde estamos tomando las Clásicas en el bar, donde nos encontramos con los maños. Marta y Carlos.
A la conversación y mesa, se nos unen Ceci y Felix que nos ayudan a decidir el plan de los maños para los siguientes días.
Ya con los planes medio claros, nos despedimos de ellos hasta mañana, deseándoles que pasen una buena noche, ya que prometía ser fresca por la falta de nubes y por lo tanto la perdida rápida del calor acumulado durante el día.


Domingo 27
Me levanto un poco zombie y hago las cosas de manera mecánica.

Juer, ni si quiera he cambiado el agua que me quedó en el camel el día anterior.

Una hora después estoy en cantoco de nuevo como si no me hubiera ido, ya que me encuentro a casi los mismos, entre ellos Kaesar y a los chicos/a de Subidos al Peñasco con los que mantenemos una animada conversación sobre guantes de fisura y la colocación de los seguros en según que tipo...muy interesante.

Pocos minutos después de que estos salgan a su respectivos riscos, veo que en el bar, ya están Carlos y Marta, que imagino salen de desayunar, hablando con una persona de la que su cara me suena...

-. Hola, qué hay , soy Vlady - Digo extendiendo la mano en espera de respuesta

-. Hola, yo Jesús - Me dice con una sonrisa en su cara.

-. Eres Gálvez verdad? - Pregunto mientras observo su clásico pantalón de chandal con rodilleras cosidas y su grandes pies.



Luego nos cuentan a Asun y a mi, entre los tres, que coincidieron escalando he hicieron buenas migas.

-. Vamos al Cancho de los Brezos por si te quieres venir - Le proponemos.
-. Venga, vale - Dice no muy convencido por saberse que esto es deportiva.

Durante el camino, mantenemos animados comentarios y cuestiones éticas, en las que me llego a enterar de que aun no ha escalado la Mira un búho!

Llegamos a los Brezos y allí también hay más gente conocida como Pepe, que me informa de su marcha al Mckinley en breve, diciéndome, en broma, que me anime a acompañarles.
Al otro lado de la cuerda de Pepe, está Alberto, que le veo subir por la Pepi como si nada.

Juer como trepa tu colega no?

También anda por allí Manu, con su chaval y una amiga, así que estamos al final mogollón de gente conocida casi sin haberlo preparado.

Mientras nos vamos armando de arnés, cintas, caso y demás, vemos como sin mediar palabra, Gálvez se calza su gatos, se ajusta su gorra azul y se pega a la roca, para sorpresa de todos sin cuerda y se pone a danzar por la pared como si anduviera por su casa.



Ese es Jesús Gálvez No? - Me preguntan varios a mi alrededor.

Poco después le perdemos de vista.

Seguidamente comenzamos darle a las vías que van quedando libres para que los maños vayan probando de que va esto de la adherencia.



Mientras estos escalan, veo que Alberto y Pepe se van a la parte de arriba a la derecha.

-. Si eso me vais poniendo las cintas en el Azul de Samarcanda jejeje - Les digo bromeando.
-. Pues allí vamos - Me asegura Pepe.

Pocas vías después, estoy buscando la manera de subir a esta zona para probarme en este recomendado 6c.



Allí hay un par de escaladores, que aseguran ser bomberos, probándose en una vía que cruza por encima de la Azul..., así que me lo tomo con calma, me coloco encima de la piedra que forma una rimaya y conmigo dejamos el resto de cosas.

Pocos minutos después estoy pegado a la roca mientras compruebo lo duro de sus primeros pasos.

La primera se pone bien, pero la segunda se chapa en una posición algo incomoda y con una caída muy fea contra la rimaya.

-. ¿Y si chapas la segunda y lo haces desde abajo con ella puesta? - Me recomienda el tatuado bombero.

Sabio consejo que sigo sin pensármelo demasiado.


Los pasos son muy finos junto con alguno de adherencia sobre regleta fina y muy vertical que consigo sacar apurando al máximo la fricción del gato.
Luego, la cosa se relaja, sobretodo después de chapar la tercera.
Por desgracia me veo obligado a pararme en esta para que saquen la cuerda a pesar de sus recomendaciones de que continuase...
Lo que le sigue son unos movimientos disfrutones de 6a+ sobre negra roca que es mejor coger con fresco.
Por este motivo, Asun se da un vuelo de segunda, en la que sus "tubillos" se quejan.

Ya es la hora de comer y los Brezos se despejan casi por completo, momento en el que aprovechamos para llenar el estómago y luego seguir trepando.
Mientras estamos en estas, a parece por allí Jose Miguel con una amiga que se unen a la comida.



La idea es bajar al Sector Sopa de Gafas, donde Pepe y Manu están ahora y que prueben la clásica de la veta y que da nombre al sector.



Pero antes, Carlos quiere probar un 6a que no ha podido por estar ocupado.



Que se encadena.



Sin demasiados problemas.



A pesar del calor que aun hace.



Luego es Marta quien le da.



Engatusado por las cintas, Jose Miguel se calza los gatos y también le da un tiento a esta, mientras algunos ya vamos bajando para coger sitio en la vía.



De camino me encuentro con Alfonso y me siento un rato a hablar con el.
Sin prisas.
Este me recomienda que pruebe una fisura de V+ que hay abajo a la derecha según se mira la pared.
Animado, me bajo y me cuelgo los cacharros para ver que tal sale.
La fisura en sí, es sencilla, pero la salida a placa, en busca de una chapa oxidada, me queda muy lejos y me obliga a realizar un paso que cotaría de 6b sobre la placa, con malas manos y pies en adherencia.

Luego, aun caliente, me meto en la de la veta, que no encadeno por no acordarme de la secuencia. Luego, no sin poco esfuerzo la saco.

Mientras estoy trepando oigo a los demás decir que Gálvez está destrepando por la pared principal de los Brezos.

¡Juer y me lo estoy perdiendo!

Jose Miguel es el único atrevido a darse los pasos tras de mi cuando la últimas luces bañan las rocas ahora naranjas de la pedriza.



Más tarde, ya en el bar del pueblo, nos encontramos con más conocidos mientras disfrutamos de sendas Clásicas y preparamos los dos días que les quedan a los maños en tierras pedriceras.
Uno en el Yelmo y otro en Tres Coronas o Cancho de los Muertos.

Son las 20:30 cuando me estoy metiendo en el coche y busco en el MP3 algo de Deep House para animarme el camino d vuelta y evitar que cabecee por el cansancio.

Que nos deparará el siguiente finde?

28 de enero de 2008

ALEA JACTA EST, CINCO CESTOS (VÍA JEY)

Últimamente estoy escalando los dos días del finde y el cansancio acumulado se empieza a notar pidiendome el cuerpo algo de descanso, pero como alguno ya sabe, me estoy entrenando para un próximo proyecto del que tengo que ir más que fuerte fuertisimo.



Este finde, como muchos otros desde que cree el blog, ha sido de conocer y escalar con gente nueva, con lo que también se han sumado nuevos e interesantes futuros proyectos.
Entre ellos, a una leyenda viva. Jesús Gálvez!

Sábado 26
Como los profesionales de Subidos al Peñasco vamos hasta con fotógrafa para el evento, ya que no quiso subir a pesar de las insistencias de los dos fotografiados.

El risco elegido, Cinco Cestos...



y la fisura (como viene siendo costumbre) la J.E.Y....



de la que solo disponíamos de la información de (de nuevo) el blog de Subidos al Peñasco, donde ya advertían de la necesidad de llevar número medianos y grandes repetidos...pero como somos así de chulos, pues llevamos mucho pequeño y poco grande.



Lanzo una piedra al aire para decidir quién se da el primero y quien el segundo.
Gano yo y comienzo la fisura pensando ya en ahorrar seguros medianos y grandes para llegar con cacharros suficientes arriba.



La fisura es fría tétrica y húmeda a su alrededor, tanto que acabo en pocos metros con la pernera derecha empapada de agua.



¡Y eso que no llueve!

La fisura no es muy complicada hasta el primer descanso, pero mi técnica es muy mala y enseguida me peto del esfuerzo generado, a pesar de reposar empotrando codo y pierna cada vez que meto algo para proteger.



Los ánimos de Ivanón (si, si, el chico que todos quieren se haga un blog) me ayudan a seguir subiendo a pesar de que veo que voy sufriendo en exceso para lo que es.



Necesito un curso de fisuras ya...

Ya en el reposo, a la altura de la primera piedra encajada, hago recuento de material y compruebo de un vistazo que no tengo más que un friend para continuar.

Cabreado y a la vez agradecido, en una contradictoria sensación, aviso a Ivanón que tendrá que terminarla, ya que los cacharros que se necesitan están abajo, al principio de la fisura.



Iavnón, encantado, me baja hasta el suelo y hacemos el cambio.



Pocos minutos después está encaramado a la fisura, realizando los movimientos necesarios para llegar, mucho más elegantemente que yo, al punto clave donde me he tenido que bajar.



Lo que queda de fisura, es más sencillo de lo que parece, por lo que lo saca sin demasiados problemas, hasta llegar a la roca que tapa la fisura y que obliga a decidir uno de los lados para pasar.
Pensamos que es el izquierdo.
Ivanón pone un friend bajo la roca empotrada y comienza el baile por la placa, buscando el filo y un lugar donde descargar el peso y salir...unos minutos después, lo ha conseguido y me grita reunión desde arriba.

Minutos después, disfrutro de la fisura y de los movimientos sin el incordio de elegir cacharros y de llevar los guantes de OCÚN (de estreno) donde me hacen un gran favor en los últimos metros.



Ya arriba de la piedra,...



me toca continuar a mi y superada el final de la fiusra, me veo en la tesitura de elegir vía, ya que hay dos lineas...una evidente y lógica a la derecha que suponemos La Caperucita y que sigue una vira vertical o la de la izquierda que supera varias panzas en, al parecer, adherencia fina.

-. Asuuuuun!!!...Cual elijo!!! - Pregunto con una voz
-. ¡¡¡La de la de derecha, que tiene mejor foto!!! - Afirma Asun en la distancia
-. ¡¡¡Sea pues...!!! - Digo ya con los pies colocados en la vira.



Nada más comenzar, me percato de lo arenosos de la roca y a cada paso voy descascarillandola.

Unos paso finos con malas manos y seguros alejados, hacen que dude largo rato hasta que encuentro un agujerillo salvador para un Alien.

¡Ponga un Alien en su vida!

Lo suficiente como para dar tranquilidad al coco y dar el fino paso de equilibrio.

Esto aun no se ha acabado...

Continuo un metro más y veo que no voy a a ser capaz de dar el paso.
Llevamos mucho rato en la pared para un par de largos y esto es clásica, donde acerar es parte del juego, pero en este caso el siguiente seguro estaba muy alejado y entre medias de nuevo otros pasos de adherencia fina que tenían un feo color con tanta cascarilla.

Me dejo caer avisando y al apoyar los pies, desprendo una buena laja...

¡Piedraaaa!

Unos metros más arriba de la última piedra encajada hay una reu de argollas(rapelar desde aquí para evitar el enganche de la cuerda) donde me quedo y aseguro a Ivanón para que salga de la sombra donde está desde hace rato.

De nuevo es Ivanón quien le da, llegando al punto de mi retirada en poco tiempo, comprobando lo mal que está la roca.



Por aquí no pasa nadie. La gente debe rapelar desde aquí siempre.

Sube unos metros más que yo y vuela.
Sube de nuevo unos metros más todavía y vuelve a volar.

Dale otro y sino pues subimos por la supestamente original (pensamos que es por la izquierda ya que divisamos un par de chapas naranjas a la misma altura de esta reu) y luego rapelamos y recuperamos la cinta.

Estamos en estas, cuando llega un hombre de gafas redondas a mi lado llamado Vicente y con las manos sangrando.



Hay que cerrojear un poquillo al final verdad?

Mientras, Ivanón ya está a mi lado y ha comenzado a meterse por la que pensamos es la original.

Unos metros por musgosa bavaresa, para luego ir hacia un techito, en busca de un buril de tornillo de la Renfe que lacea con el único que fisu que hemos subido(nº10) y no usado a hasta ahora es lo que tiene que hacer primero.

Sagaz él, coloca una cinta sobre este y pedalea en un par de pasos.
Desde mi posición veo que me tocará superar el techito en libre ya que sino no podré recuperar el fisu luego.

Después le pierdo de vista ya que se interna en unos bloques.

Le va a rozar la cuerda mogollón.

Le doy comba para que le vaya mejor pero cuando le veo salir de detrás del árbol, ya me avisa de sus esfuerzos para tirar de esta.
Luego fisura sucia y arenosa, para terminar por placa hasta la reu final donde hay unos maillones algo oxidados.



Luego, yo le sigo sus pasos, comprobando pro lo que ha tenido que pasar.
El paso del techito es un taloneo de V+ más expuesto que difícil que saco sin muchos problemas.

Nuestra fotógrafa ya está tumbada, aburrida tomando el sol.
La avisamos de que ya bajamos y de paso que nos mire si nos llega la cuerda al suelo yendo por entre las tres piedras.



Si, si que llega, pero ¿Por qué no bajáis por donde los otros?

En breve comprobaríamos nuestro error.

Contentos por ya estar abajo comenzamos a tirar de la cuerda casi sin descalzarnos, buscando salir al sol.

Hay unas cuantas cosas que siempre se temen cuando se hacen vías de varios largo y entre ellas es que la cuerda se atasque sin haber llegado el nudo a tus manos.

Si, se ha atascado.

Ivanón saca su pato y lo coloca junto con una cinta para conseguir mayor facilidad de tiro, ya que la cuerda parece atascada en el bloque de la derecha pero por simple rozamiento parece que se mueve.

Una vez está Ivanón con la cuerda ya baja, pongo mi pato y me subo a la piedra más lata para bajar con mi peso y hacer que corra...estoy en esto cuando la cuerda core un trozo más de la cuenta con tan mala suerte de que Asun está detrás sin yo verla y la empujo contar una piedra a mi espalda, quedándose una de sus piernas encajada entre dos haciendo palanca.

Me pienso lo peor...pero en seguida veo que no grita, así que no puede ser rotura de hueso.
Pero unas buenas heridas si que se ha llevado para casa.


Ya de camino, Asun llama a los maños que viene de viaje para escalar unos días por la Pedra.



Vale, pues no vemos en los bares de Cantoco.

Continuará...

24 de enero de 2008

HARD FREE AND DARK, PARED DEL DIVINO (SELLA, ALICANTE) 02

En post anteriores:

Podemos decir que hemos terminado la vía, pero la luz ya no es luz sino claridad y ante nosotros se presenta una canal con trepeos de III+ que nos lleva al descenso que deberemos encontrar, ya sólo con las frontales y la poca claridad que ofrece la luna. Comenzaban 3horas de descenso muy peligroso y desconocido para los tres.

-. ¿Habéis vivaqueado alguna vez sin nada? - Les consulto
-. ¿Sin nada? - Me dice Yago - Yo tengo claro que paso, hay que encontrar el descenso.
-. No creo que sea muy complicado - Acuña Diego, apoyando la idea de Yago.

Quizás más pesimista o más realista, en mi mente se cruzan imágenes de los tres acurrucados entre piedras compartiendo la manta de supervivencia que lleva Diego en su mochila, deseando que salga el sol y se esconda la luna.

Lo cierto es que nos encontrábamos en esa situación que ningún escalador desea.
Una gran pared, de noche, sin material de vivac, con una bolsita de frutos secos como cena/desayuno y un descenso largo y desconocido, con unos croquis que poco dicen del recorrido salvo desde donde comienza. Arriba, antes de llegar a la cima.

Después de recoger las cuerdas y el material, seguimos una canal con algunos trepeos de III+ guiándonos solo con la luz de la luna que en algunos instantes hasta hace sombra.



Estos 100 metros de la primera canal, los lidero yo, probando los agarres y apoyos de pies que son inciertos a cada paso.

Según vamos subiendo, los movimientos cada vez son más expuestos ya que una caída supondría rodar por la empinada canal derecha.
Por fin salimos a un llano que nos muestra otra cresta que debemos superar.



Esta es más sencilla de escalar y nos deposita en la parte alta de la pared, dejando a la vista el pico final del Divino.
Según los croquis de Rockfast, aquí comienza el descenso "poco definido".
Decidimos separarnos para buscar el mejor sitio para bajar, hasta que encontramos un hito que nos indica un rampa que gira a la izquierda y luego a la derecha, bajando en zig zag.

Bien, estamos en el camino.

Una sensación agradable reina en mi mente sabiendo que entre los tres vamos a conseguir salir del marrón.
Una sonrisa se dibuja en mi cara aunque es difícil de ver por mis compañeros debido a la oscuridad que nos rodea.

Según comenzamos a bajar encendemos los frontales, ya que la luna se había escondido tras la cresta y su claridad con ella.

Caminamos buscando el mejor sitio para continuar nuestro descenso, pero sólo encontramos cortados imposibilitando el paso.

De nuevo me entra el bajón... hasta que de repente, escuchamos a Diego que nos avisa para que vayamos donde está él.
Ha encontrado unos cordinos pasados por un puente de roca que pueden usarse como rápel.



Un descenso de unos 20m nos deja en otra terraza en la que recogemos cuerda apartándonos lo más posible ya que tememos que las piedras sueltas que hay arriba, caigan y corten la cuerda como ya me pasó en Galayos una vez.

Esta terraza es más corta en recorrido y enseguida comprobamos que de nuevo estamos rodeados de cortados.

Tiene que haber otro rápel.

De nuevo es Diego quien encuentra otro manojo de cordinos en otro puente de roca.
Otro rápel de poco más o menos metros pero esta vez por un diedro mucho más descompuesto nos deja en una rampa muy empinada.



En esta rampa nos distanciamos un poco más en nuestra bajada, para evitar tiranos unos a otros piedras ya que la cosa es para ir con el culo en el suelo en muchas ocasiones.

Según vamos bajando, la cosa se pone cada vez más empinada y comienzan, de vez en cuando, interesantes destrepes que nos obligan a ponernos de espaldas y bajar con sumo cuidado.

Llevamos más de 2h de bajada y el cansancio se acumula en piernas brazos y sobre todo cabeza.

Ahora es cuando más atento debes ir.

Mientras estoy ensimismado con cada movimiento que hago, a lo lejos veo que Diego a alcanzado a Yago y están parados a unos 100m más abajo.
Un destrepe de unos 5m me lleva hasta donde están ellos, comprobando que estamos ante un nuevo rápel, con un cortado, del que no se aprecia el fondo, por lo que decidimos unir las dos cuerdas para evitar sustos.



Este rápel si que lleva un maillón que usamos sin miedo, comparado con los roñosos cordinos que hemos usado para bajar los anteriores dos.

25m más abajo vemos que la luz frontal de Yago se detiene.
Es el suelo firme.
Lo hemos conseguido y libramos del vivac que temía. ;)



Cuando llegamos al coche son las 21:03, por lo tanto hemos tardado 3h en bajar y 5 en subir.
Nos sorprende que esta complicada forma de bajar no este reseñada en ninguna de las dos guías que disponemos.

Quizás de día sea más sencillo...

Decidimos probar suerte en el Refugio para tomarnos unas Clásicas, pero comprobamos que el lugar es más bien de colegeo que otra cosas.
Tres chavales, en la cocina nos reciben sin levantarse, tras una puerta de esas que la parte de arriba y la de abajo se abren por separado.

-. Hola ¿Que tal se ha dado? - Preguntan casi instintivamente.
-. Bien - Dice Diego - Hemos estado en el Divino escalando y bajamos ahora.
- . ¿En el Divino? - Nos preguntan sorprendidos como si hubiéramos hecho algo raro - Será la Pared de Rosalía.
-. No, no - aseguro yo - Hemos estado en el Divino haciendo el Espolón Pertemba.
-. Ah?- se gira uno de ellos - ¿Y no habréis encontrado un microifisu que se le cayó el otro día a mi compi?

¿Que casualidad verdad?
Pero ya sabemos que las casualidades no existen.

Seguido a esto, nos toca buscar un sitio para cenar, que al igual que la anterior vez, nos cuenta que nos den de comer y debemos esperar hasta las 23:00 ya que hay que reservar.



Esa noche dormimos ya a los pies de las paredes de los sectores deportivos de Rino donde la humedad también se acumula, consiguiendo que de nuevo, me acuerde de mi otro saco, que se quedó en la habitación triste y solo, viendo como elegía al ligero en vez de a él.


Domingo 20
El día amanece de nuevo con frescor y esta vez el sol tardará en llegar a nuestras pieles.
Un poco desorientados y casando del día anterior nos cuesta un poco ponernos de nuevo en activo, pero en poco tiempo estamos de nuevo encaramados a la rocas, luchando en esta poco intuitiva.



Nos hacemos tan solo 3 vías ya que nos quedamos enganchados en los pasos de la última, llamada Divinas Chapuzas, un supuesto 6a que debería llevar el más de sobra, con un paso a mitad de vía que cambia mucho si se da por la izquierda (6a+) que por la derecha (6b o más) y que Diego es el único que saca de primero, para luego enfrentarse a una bavaresa de unos 6m sin ya seguros que que se puede proteger, pero como no lo indica con un dibujito en la guía de Rokfast, pues se la tiene que da a pelo.
En dicha guía, pone algo asi como: seguros espaciados en la fisura final. ¡Que cachondos estos muchachos!



¡Ole por Diego!

Ya es tarde y después de darnos un homenaje con toda la comida que nos quedaba.



Y una parada para la dosis de cafeína+cambio de conductor.



Volvemos al duro asfalto de la ciudad.



Otro finde Hard Free para recordar.

22 de enero de 2008

HARD FREE, PARED DEL DIVINO (SELLA, ALICANTE) 01

Ya llevaba muchas semanas solo probando un tipo de clásica. Esa con la que se termina una actividad.
Me apetecía de nuevo volver a notar el arnés pesado, a navegar por la roca imaginando los seguros flotantes emplazados asomando su vástago exigiendo una cinta larga para no salirse. Necesitaba volver a cacharrear.



Ofrecí el plan a unos cuantos en un macro mail, pero al final solo quedamos tres en el "Para". Curiosamente los mismos que la última salida de finde entero.
Yago, Diego y el que os cuenta Historias de montaña.

El lugar elegido Sella, una escuela en la que estuve escalando tan sólo una mañana el año pasado, pero que me dejó buen sabor de boca y del que saqué planes futuros al ver lo que le rodeaba.
Como la pared que habíamos elegido para esta ocasión. El Divino.


Viernes 18
Tenemos 5horas de viaje por delante, pero como la otra vez, nos damos un rato en un bareto tomando algo hasta que dan las 21:00.
A pesar de eso, estamos dentro del horario y calculamos que llegaremos sin problemas al Refugio, donde pretendemos dormir...aunque no dentro.
Pero la cosa no iba a ser tan fácil y es que como pasa en las pelis de aventuras, cuando parece una actividad sencilla y sin problemas, es cuando suelen torcerse la s cosas.

Después de hacer una parada para conseguir cafeína a esas horas y evitar dormirnos.



Llegamos a un cartel que nos indica que estamos atan solo 4km del pueblo de Sella, por lo tanto a 8km de nuestro fin de viaje.
Un kilómetro más adelante, nos encontramos con que la carretera esta cortada por obras y nos desvía hacia la izquierda.

Bueno, pues unos km más y listo.

Nos metemos por una carretera donde no se puede pasar de 3ª ya que las curvas exigen cierta destreza y la hora invitaba desde hace rato al sueño, así que tranquilitos vamos pasando kilómetros y kilómetros, cuando de repente , en una de esas curvas, nos econtramos con un camión parado que iba en nuestra misma dirección posiblemente desviado por el mismo cartel.

Jueeeerr y ahora qué?

En un principio la sensación es de que se ha piñado contra el puente de quitamiedos de piedra que tiene delante y nos quedamos un poco pillados por la situación.

De las sombras aparece un tipo joven al que intentamos adivinar heridas por el supuesto accidente.

-. Perdonar, pero es que mi camión no puede girar en la curva y estoy esperando a un amigo para que me indique y pueda ir marcha atrás para salir.

Hemos visto un poco más arriba un apartado lo suficientemente grande como para dejar el coche y extender los sacos, así que sin más dilación y por decisión unánime , damos marcha atrás y allí nos plantamos.
Tras una copiosa cena, regada con un Albariño de 6pavos,...



nos metemos en sendos sacos y pasamos algunos mejor noche que otros, por ajustar en volumen nuestras mochilas eligiendo el grosor equivocado.



Sábado 19
La mañana amanece fresca y húmeda, como los sacos en los que estamos enfundados, pero enseguida el sol nos recibe y calienta nuestros entumecidos cuerpos, para en tres de horas estar en el camino de acceso a al Divino y a la vía decidida.



El Espolón Pertemba.



Una vía de unos 300m y de grado máx. V+.



La vía no tiene perdida a pesar de no tener seguros entre reuniones, salvo algún clavo y cordino disperso, ya que sube por una marcada pata de elefante ala izquierda de la gran cueva que, cuenta la leyenda, vivía un adivino con poderes mágicos.

Mientras Diego se encarama en el primer largo, el sol agradecido nos calienta la espalda entre los rayos que ensombrecen al Puig Campana y su marcada brecha.



Resulta ser un largo de grado IVº complicado de proteger.
Lo siguiente me lo dejan a mi, que lo cotan de V+ y parecer ser lo más complejo de la vía según la guía del Sr. Pomares.

Decido no hacer mucho caso a lo que dices sobre seguir los clavos y me voy a una atractiva placa fisurada que parece fácil de proteger, siendo esta de paso muy bonitos con agarre generosos y sensación de patio entre las piernas.
Uno de los mejores largos de la vía.



El siguiente se lo hace Yago, dando un grado de IV+ por el paso de la salida de la reunión.



Reseñar sobre las reuniones un detalle importante y es que al parecer, el sica que se puso para el requipamiento con tensores, no debió de fraguar bien ya que había desaparecido de su alrededor, dando muy poca confianza a estos.



El que sigue le toca a Diego, el cual es el afortunado de encontrase con un microfisu que alguien se le debió caer del arnés ya que iba sin mosquetón y estaba si meter en ninguna fisura.



Unos paso de chimenea de IVº te llevan a una reunión muy alta en ya una parte tumbada y posiblemente el final de la vía.



Entre medias, existe una reu de cordinos que Diego decide saltarse al divisar la otra más arriba.

Aquí podíamos haber dada por terminada la vía, pero por los croquis que disponíamos, el descenso se hacía mucho más arriba y ya que había que subir, pues lo haríamos escalando un par de largos más por el lado izquierdo.

Son las 17:00 así que si queremos salir al destrepe con luz lo mejor era que tirase yo los dos largos, ya que iba más rápido.

La placa a la que me enfrento ofrece muchas posibilidades, pero según la guía de Rockfast, la primera reu está en el pequeño mogote que vemos a unos 20m.



Me pongo en la pared y pongo en modo On la IA.
Una fisura en travesía a la izquierda parece ser lo más evidente del recorrido para alcanzar la supuesta reu del mogote.
Los metros pasan y mis dudas son tantas que meto seguro cada 3 ó 4 metros.

- Hey vamos bien! he encontrado un fisu en la grieta!

Esto me anima aseguir más rápido y a alejar los seguros para agilizar el largo. Vº

Cuando llego a la parte del mogote, me encuentro con una desagradable sorpresa. La reu es de dos clavos, superoxidados y en una roca muy descompuesta.



Monto reu meto un par de friends para reforzarla y les aviso para que suban.
Estoy casi seguro que si caen la reu no aguantará pero no tengo más cacharros para aumentar su seguridad.

Estoy a un tris de avisarles para que procuren no caerse, pero desisto de mi aviso ya que esto les pondría más nerviosos y podría ser peor.

Luego, me enteraría que Diego y yago mientras yo continuo con el siguiente largo encontrarían la Otra reunión, un poco más arriba y al otro lado del mogote.

El último largo recorre una placa que decido darme por otra fisura en travesía a la izquierda y que dan pasos de Vº.



60m más arriba, ya en terreno muy descompuesto, monto una reu laceando un bloque y les indico que suban.

Podemos decir que hemos terminado la vía, pero la luz ya no es luz sino claridad y ante nosotros se presenta una canal con trepeos de III+ que nos lleva al descenso que deberemos encontrar, ya sólo con las frontales y la poca claridad que ofrece la luna.
Comenzaban 3horas de descenso muy peligroso y desconocido para los tres.

¿Habéis vivaqueado alguna vez sin nada?

Continuará...