18 de noviembre de 2006

KALINITHA (GRECIA)

Esta que comienzo, es la 3ª y última entrega de mi viaje a Grecia, donde relataré los día 2, 3 y 4 de NOV, con la actividad en el Monte Olimpo, la visita a los Monasterios de Meteora y el viaje de regreso a Madrid.


Día 2 NOV


Por sorprendente que parezca estamos saliendo a las 06:15 para Larisa, pueblo donde se encuentra el Monte Olimpos.

Después de 2h de autovías cortadas por carreteras de ambos sentidos y con las ya conocidas especiales normas de tráfico, llegamos a nuestro destino a una hora prudencial.

A Isaac y a mí nos dejan en una especie de mirador, donde en la oficina de turismo nos ha dicho que sale el camino hacia la zona de escalada.
No llevamos croquis y no sabemos siquiera como son las paredes que buscamos, que tipo de equipamiento tienen, ni si el grado será asequible, pero aun así comenzamos siguiendo un cartel de madera, mientras vemos como el resto se aleja carretera arriba hacia el final de esta donde comenzarían la subida al Monte.


Nosotros, mientras, seguimos el camino entre frodosos árboles, hasta un claro donde seguramente deberíamos haber intentado llegar a las paredes que parecía haber a la derecha, pero decidimos continuar más abajo, para ver si encontrabamos un acceso menos expuesto.


Una hora y media después, estamos al lado de pueblo, admitiendo ya, que ese día no escalaríamos.


De repente, observamos desde un puente que cruza el río, donde nos hemos parado ha descansar, beber, cambiarnos de camiseta, etc, unas paredes con buena pinta y decidimos probar suerte para ver si había alguna vía.

Sorprendidos comprobamos que asi es. Una vía de unos 12m, equipada con blots, asciende la parte débil y evidente de la pared, junto a unas fotogénicas chorreras.


Desde abajo no parece muy dificil, asi que decidimos darle un pegue a ver que tal.


Isaac es el que le da, mientras yo, desde abajo, le aseguro dudando seriamente que la consigamos terminar.

Enseguida nos damos cuenta de que esa vía era totalmente nueva y posiblemente seríamos los primeros o los segundo en subirla. La suciedad de sus agarres y lo descompuesto de su parte final, hacían latente este hecho.

Seguidamente la comienzo a subir yo.


Lo más complicado resulta ser la placa gris del comienzo, donde los agarres pinchaban muchisimo y no te dejaba estar mucho rato sobre ellos. Luego la parte de arriba, donde desplomaba, había una roca que gritaba "me voy a salir" con sólo mirarla, la cojo con cuidado pero con fuerza y salgo del paso, esperando en todo momento notar la sensación de vacío al quedarme con ella en la mano...pero no pasa y salgo hasta la reu. Enseguida compruebo que no se han acabado mis problemas.

La reu resulta ser de dos chapas sin argolla, con un mosquetón recto de una cinta express, bastante roñoso.
La vía me iba a obligar a ir balanceandome de lado a lado para poder recupera las cintas, por lo que la cuerda podía salirse fácilmente, asi que decido poner un maillón y rapelar en vez de que Isaac me baje.

La maniobra se convierte en algo lento y cansado, costandome más desequiparla que hacer la vía en si, pero finalmente lo conseguimos.

Por lo menos hemos escalado...

Son las 15:00, asi que decidimos tirar al pueblo, alejandonos de fresco río y su humedad, para comer y esperar al resto.

Con ellos habíamos qudado a las 18:00, en el mismo mirador donde nos habían dejado, pero la idea de subir de nuevo hasta allí, por la empinada pendiente, con las mochilas y demás, se nos quita de la cabeza rápidamente.
Ya en el pueblo, nos sentamos debajo de una encina, para comer, cuando...Oh, sorpresa!!! nos habíamos dejado la comida en el puente, cuando paramos a descansar.
Pensamos en volver, pero la vaguería puede más y decidimos darnos un pequeño omenaje en el único restarurante que encontramos en el pueblo abierto a esas horas.

Ninguno de los dos estamos muy duchos en inglés, por lo que andamos un poco asustados con el tema de qué comeremos.
Por suerte, al ser un sitio turístico, ese tipo de cosas, lo solucionan de una manera muy original. La carta resulta ser un montón de fotos de los platos qu ofrecían, por lo que sólo había que señalar lo que se quería y luego esperar que nos dijeran Si o No ne caso de que no lo tuvieran.


Allí también probamos el famoso yogurt natural griego, pero natural, natural ya que es casero.
Resulta ser mucho más acido, muy cremoso y un poco dificil de terminar por la gran cantidad que nos echan.

Alargamos la comida hasta que recibimos la llamada del resto del grupo a eso de las 17:30.
Cuando llegan al restaurante, nos cuentas que han pasadofrío pero que ha merecido la pena el pateo por todo lo que habían encontrado y visto por el camino.

Luego, vuelta al pueblo de Kalambaka para pasar la última noche en las habitaciones que alquilamos.

Esa noche, hemos decidido darnos un homenaje en uno de los restaurantes que nos aconsejó Kosmo (el de la Ferretería) ya que sería la última cena antes del día del viaje de vuelta.


La cosa sale por unos 165€ pero los nueve nos quedamos satisfechos.


Dia 3 NOV

De nuevo madrugamos ya que en este día nos habíamos planteado, ir a ver algún monasterio y luego volvernos a Atenas, para devolver la furgo antes de las 20:00 de ese mismo día.

Durante la búsqueda del monasterio abierto, hacemos algunas fotos espectaculares de algunos de los meteoros que quedaban más bajos, al nosotros subir por la curvada carretera.


Fianalmente, encontramos uno que sí está abierto y entramos ha hacer una lenta, y fresca visita, con algunas fotos escalofriantes.


Decir que está prohibido entrar sin falda, a las mujeres, por lo que a la entrada de los monasterios les dejan una para que se las pongan por encima de los pantalones.


Despues de la visita y con todas las mochilas en la furgo, despues de despedirnos de Kosmo y de hacer las típicas compras de camisetas, comida de la zona y demás regalos, tiramos hacia Atenas.


El viaje se pasa volando, entre risas, grabaciones de vídeo cantando canciones en griego que ya sabíamos de memoria, conversaciones entre dos, complicidad, nostalgia, recuerdos, sensaciones...

Llegamos al aeropuerto donde habíamos quedado con el el tio de la gafas de sol a la hora prevista. Él se restrasa.


A eso de las 00:00 ya habíamos encontrado el sitio perfecto para pasar la noche y dormir algunas horas, ya que el avión salía a las 06:15 de la madrugada y nos debíamos levantar al menos una hora antes.

El lugar elegido era la antesala a la capilla del aeropuerto. Un sitio tranquilo, sin ruidos y con poco transito de gente.


Si nos echaban más adelante al menos abriamos dormido algo.


Día 4 NOV

Creía que no iba a dormir nada, pero poco después de cerrar los ojos me quedo frito hasta que la alarma de mi móvil me despierta, haciendome dudar del sitio donde estaba unos segundos.

Después carreras, para aca, para allá una despedida rápida y veo como los ocho se alejan hacia la puerta de embarque, quiedandome solo con mis pensamientos.

Llego a Milan a la hora prevista, pero allí el avión se retrasa más de 1h y 30min.

2h y 30min despues estoy en el aeropuerto de Barajas, esperando mi equipaje y rezando por que lleguen los dos bultos con toda la cacharrería.

Llegan, los veo acercarse ami por la cinta, pero cual es mi sorpresa, cuando veo que la bolsa BigPack estanca esta roida por uno de sus lados.


Por suerte es una bolsa fuerte y no ha machacado nada del interior, aunque la bolsa ha quedado destrozada.

Mejor así que no sin bolsa...

Denuncia al canto y reembolso de la una bolsa nueva. Sin problemas.



Conclusión del viaje:

Podría decir cientos de cosas más sobre esta experiencia, pero el blog se me quedaría pequeño para expresar todas las sensaciones que vives en tantos días de viaje, en el que lo de menos es descansar.
Espero que esta primera experiencia de escalar fuera de tierras españolas, sea sólo el comienzo de muchas otras.

Gracias por vuestra compañia. Habéis sido sin duda, lo mejor del viaje.

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