27 de abril de 2005

SUFRIDORES POR NATURALEZA

Ayer, en TeleMadrid, echaban por enésima vez Límite Vertical y como no había otra cosa, pues me la vi de nuevo.

Comenzó a eso de las diez y pico de la noche y claro, me pilló cenado con la familia.
Entre estos, mi madre y mi padre, que me confesaron no querer verla de nuevo, ya que a pesar de saber que las cosas que salen no son ciertas y en su mayoría son fantasamadas, como la falta de aclimatación del equipo de rescate, los saltos para hacer una tirolina de varias decenas de metros o como demonios bajan a la chica desde esa altitud, me confesaron repito, que les hacía recordar el momento en que estuve a punto de palmarla hace poco más de un año en el Monte Perdido.

De la peli, lo que sí está logrado, y en mi opinión es lo mejor de toda la peli, son los 5 primeros minutos, en los que el hijo, tiene que tomar la difícil decisión de cortar la cuerda para salvar su propia vida a costa de quedarse sin padre.

Al fin y al cabo, son esos padres que nos han dicho una y mil veces que tengamos cuidado cuando sales por la puerta, cargado con la pesada mochila, son ellos los que sufren en la distancia y que nosotros, sólo nos acordamos de ellos, cuando notamos que la guadaña nos cepilla los pelillos de la nuca. Triste pero cierto.

En realidad no nos cuesta nada hacer una llamada perdida, un corto mensaje (antes de que no haya cobertura) o quizá una simple postal (cuando no hay otro medio de comunicación), para que sepan que aun estamos aquí, que nos acordamos de ellos y de que sufren por nuestro vicio que es la montaña.
Un vicio "barato" por cierto, en comparación con otros claro, pero al fin y al cabo, igualmente peligrosos.

Ahora que se acerca el día de la madre(fiesta comercial por otra parte), quiero hacer un llamamiento a todos los que nos dedicamos a estos temas y que sé leéis este blog habitualmente, que me consta que sois ya muchos, que si en este puente que se acerca, salís fuera y no vais a estar con ellos, con vuestros padres, haced esa llamada perdida, mandad ese mensaje, escribid esa postal, por que no podremos quitarles ese sufrimiento por el hijo que se juega la vida (para ellos) absurdamente, pero podremos hacer llevar más fácilmente esa carga, con muy poco de nuestra atención.
Hacedlo, hacedlo, os sentiréis mejor, os lo aseguro.

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